Comedia de ciencia ficción sobre dos veinteañeros que pasan la noche del sábado decidiendo si ir o no a una fiesta. Están en su departamento y a medida que pasan las horas, se van sumando más amigos, las cosas se van descontrolando y la película pasa de un tono de comedia al exceso y la locura total, siempre dentro del reducido espacio de un edificio en la noche de Montevideo.
A pesar de que la película no se parece al promedio que se hacen en Sudamérica, tampoco se tratar de una propuesta completamente original. Y con ser una rareza tampoco alcanza. Este cine de factura notoriamente artesanal ya no tiene el impacto que podía tener décadas atrás. Hoy hay demasiadas películas a las que tenemos acceso como conformarse con un producto así. Es rescatable un trabajo de maquillaje y efectos, algunos bastante bien logrados, parecidos a aquellos que usaba David Lynch al comienzo de su carrera.