Cine Oriental

Hayao Miyazaki y la garza

De: Kaku Arakawa

Hayao Miyazaki y la garza (Japón, 2024) es un documental dirigido por Kaku Arakawa que sigue durante dos horas el proceso creativo de Hayao Miyazaki durante la realización de El niño y la garza la última película del maestro de la animación japonesa. Son seis años donde se desarrolla este largometraje, culminando con la entrega de los premios Oscar, donde la película obtuvo el premio a mejor largometraje de animación.

No es un documental tradicional, sino una serie de breves planos siguiendo la vida cotidiana de Miyazaki y sus colaboradores. No hay aclaraciones, ni capítulos, pero sí aparecen fragmentos del largometraje terminado para entender cómo las ideas del director se convirtieron finalmente en una realidad. Los primeros minutos son para adaptarse al estilo narrativo, pero luego que entramos en el código, todo resulta íntimo, cercano, profundo. Quién admire a Hayao Miyazaki terminará el documental aún más enamorado de su figura y profundamente emocionado al comprobar que sus obras maestras son tan complejas y sofisticadas como uno creyó. Lo más asombroso es que una fantasía desatada como El niño y la garza es en realidad una narración completamente basada en eventos y personas reales, demostrando la madurez y profundidad del cine de animación verdadero. Es importante aclarar que ver El niño y la garza es imprescindible para disfrutar del documental, aunque no para entenderlo.

Miyazaki cumple ochenta años durante el proceso de la película y todo el tiempo reflexiona sobre la edad, el paso del tiempo y la muerte. De hecho gran parte del relato es el proceso de duelo de haber perdido a su mentor y amigo Isao Takahata. La figura de autoridad y referente que él representaba aparece en el documental casi como un fantasma. Otras personas se van en esos años y uno entiende que todo eso se ha convertido en parte del largometraje terminado. Además del director, otra figura presente es el productor y socio de los Estudios Ghibli Toshio Suzuki, ya veterano, compañero de aventuras y proyectos. Todo lo que uno creía de Miyazaki pero no sabía si podía ser verdad, acá se demuestra como verdadero. Su figura enorme de artista, director, poeta, humanista, jefe y filósofo se comprueba en cada escena. Es un documental fundamental que se escapa de todas las fórmulas. Una manera de conocer a un gigante y al mismo tiempo observar cuando él se enfrenta al crepúsculo de su vida.