Un granjero simple pero orgulloso, sueña con hacer prosperar sus tierras en el año 1922, en Nebraska. Pero su esposa tiene otros planes, vender su parte e irse. Si lo hace, el granjero no tendrá otra opción más que vender sus tierras también. El granjero entonces convence a su hijo adolescente para asesinarla entre ambos. Lo que no saben es que sus acciones tendrán consecuencias completamente inesperadas. Basada en una historia de Stephen King, lo que uno podría adivinar viendo la película y sin saber que material toma para contar la historia. Es decir que es un King auténtico.
Lo que parece arrancar como un intenso drama rural, se va torciendo poco a poco hacia el cine fantástico. Se pueden ver ecos de La zona muerta y de Cementerio de animales, aun cuando se trate de un film de época. Y los conocedores de toda la obra del autor ven conexiones directas como muchos otros títulos de Stephen King. Su universo es reconocible, en particular varios de los aciertos de la película. Las fallas están en un protagonista poco convincente y en una historia que se alarga demasiado para convertirse en un largometraje que fácilmente debería haber durado varios minutos menos. Ese exceso de nota y le quita fuerza. Pero tiene otros momentos muy efectivos, capaces de inquietar.
La mente atormentada del protagonista le da a la película una intensidad y un drama que la coloca entre lo más fuerte que se haya hecho adaptando a Stephen King, solo pierde fuerza cuando tiende a repetirse y a buscar subrayar cosas que quedaron claras. Tiene buenos momentos gore, bastante escabrosos, lo que también se agradece. La potencia de la película justifica su visión más allá de sus defectos.