3 From Hell es la última parte de la saga que Rob Zombie inició en el 2003 con su ópera prima House of 1000 Corpses y continuara con The Devil’s Rejects (2005). Estos films cuentan la demencial carrera criminal de los integrantes de la familia Firefly, detenidos y condenados a la silla eléctrica. La segunda entrega parecía haber cerrado la historia, pero Zombie decidió ir por una película más y conformar una trilogía. Otis (Bill Moseley), Baby (Sheri Moon Zombie) y Spaulding (Sid Haig) han logrado sobrevivir de alguna manera a una tormenta de balas.
La película no transcurre en la cárcel, porque logran escapar luego de algunos momentos de sadismo y sufrimiento con los que ningún seguidor de Rob Zombie se puede preocupar demasiado, porque ya no conocemos a los personajes. Una vez fuera conocerán a un cuarto miembro, Foxy (Richard Brake), quién comparte su particular forma de comportarse, y con el cual volverán a las andadas sin el menor remordimiento.
El problema inicial que la película tiene es que el director encontró que uno de sus actores más importantes, Sid Haig, estaba muy enfermo a la hora de armar la película y tuvo que hacer ajustes al guión para cambiarlo por otro personaje. Ese cambio se siente y el concepto de trilogía se desvanece. Luego de varias escenas a pura locura y sadismo, la película empieza a moverse en otra dirección para terminar en un absurdo pero inesperado western. Con ese disparate final es que recupera algo del terreno perdido. Para los seguidores de Rob Zombie la película vale la pena. Para quienes no gusten de su cine o del cine de terror violento en general, es un buen consejo evitarla.