No es la primera vez que Álex de la Iglesia realiza una serie, pero sí es su debut lanzado de lleno al terror satánico que recuerdo en algunos aspectos a uno de sus primeros títulos, El día de la bestia (1995). 30 monedas es una serie de horror y misterio con una temporada inicial de ocho capítulos y cuerda como para seguir para largo. Nadie podrá negarle al realizador el tener a su disposición todos los recursos necesarios para dar rienda suelta a su universo.
Las monedas del título se refieren al pago que recibió Judas por traicionar a Jesucristo y la serie muestra una conspiración para encontrar las treinta monedas y conseguir así un poder cuya magnitud no se puede dimensionar. La moneda necesaria para completar las treinta aparece en un pueblo en Segovia y los protagonistas de la serie se terminan convirtiendo en aliados contra estas fuerzas del mal. Son un cura exorcista que huya de su pasado, el joven alcalde del lugar y una veterinaria que en la escena inicial presencia un evento que solo puede significar el anuncio de eventos oscuros.
Aquí el mundo de Álex de la Iglesia aparece en todo su esplendor. Hay series de terror, pero muchas son algo livianas en comparación con el cine de ese género. Pero con la marca del poderoso cine te terror español es sin duda 30 monedas una de las que va a marcar un antes y un después. La grandilocuencia del director aparece una y otra vez, con grandes momentos en cada episodio y con el esperado crecimiento a medida que avanza la trama y se llega al final de temporada.
La filmografía de Álex de la Iglesia es más ecléctica de lo que uno puede imaginar. Pero sus seguidores han sido amables, olvidando los desvíos y tropezones y siguiendo con genuina lealtad sus films más logrados. Mi favorito es 800 balas, pero El día de la bestia y La comunidad tal vez representen mejor lo más exitoso de su cine. Los elencos corales, excéntricos, demenciales, son también parte de su obra y en eso 30 monedas también lo representa perfectamente.
La forma en la que se ha construido la historia muestra que es un relato de largo aliento con muchas temporadas por delante. La trama incluye al Papa y al Vaticano, con algunos apuntes sutiles o no tan sutiles acerca de la iglesia católica. La serie necesita un mínimo de afecto o conocimiento de las historias de terror, en particular para soportar las escenas truculentas y para aceptar el verosímil en general. Pero por lo mencionado arriba, con un poco de paciencia y una mirada atenta, se puede ver todo lo que habita más allá de la capa de horror que puebla la historia. Por otro lado, los que aman al terror y al cine de Álex de la Iglesia, acá tendrán todo lo que buscan.
Hay varios instantes sorprendentes, otros muy sangrientos, algunos pequeños momentos de humor, un despliegue enorme de producción que parece aún más grandes gracias al talento de Álex de la Iglesia para armar climas. Para conseguir el impacto necesario, muchos momentos bajan la intensidad para resaltar más los clímax de cada episodio, lo que a veces afecta el ritmo. Pero antes de cada cierre de capítulo un momento fuerte atrapa nuevamente. Como sea, el director le pone su marca de autor cinematográfico, aunque se trate de una serie.