La acción principal de 65 (Estados Unidos, 2023) transcurre en el planeta Tierra. No en el futuro, sino sesenta y cinco millones de años atrás. El piloto Mills (Adam Driver) cae accidentalmente allí cuando la nave que comanda sufre un desperfecto que la hace caer en el planeta. Es fácil deducir que sesenta y cinco millones de años atrás la Tierra tenía habitantes muy distintos. Mills deberá enfrentarlos mientras averigua cómo podrá salir de allí. Hay otra sobreviviente al accidente, una niña llamada Koa (Ariana Greenblatt) quien no habla el mismo idioma que Mills. Ambos compartirán una peligrosa aventura mientras intentan entenderse mutuamente y encontrar la forma de no terminar muertos a manos de alguna de las criaturas del lugar.
La película tiene ese perfecto espíritu del cine de segunda línea, lo que coloquialmente se conoce como Cine clase B. Una de esas películas de Sábados de Súper Acción, pero con buenos efectos visuales. La historia posee suspenso, acción y una buena dosis de humanidad. Los dos protagonistas tienen buena química y la película dura menos de cien minutos, para respetar el mencionado tono de Clase B. La melancolía del personaje y el vínculo con la hija que dejó atrás en su planeta le aportan a 65 una mirada más humana. Sin convertirse en un clásico del género al menos merece estar en la lista de las películas dignas, buscando un estilo y confiando en sus dos protagonistas.