LOS LOCOS DE LA VIDEOCÁMARA
Mucho antes de llegar al largometraje, Michel Gondry ya era uno de los grandes nombres de la historia del videoclip, desde sus comienzos en Francia hasta sus legendarias colaboraciones con Björk, su nombre se había asegurado un espacio definitivo en ese género. Lo mismo con la publicidad, ámbito en donde su carrera brilló con la misma efectividad, a tal punto que sus publicidades son reconocidas y buscadas como parte de su obra. Pero en cine las cosas son más complicadas, y los aciertos y los errores son más definitivos. ¿Cómo hacer que todo ese imaginario deslumbrante que tan bien funciona en 3 o 5 minutos se extienda a un largometraje? A diferencia de Spike Jonze, por hablar de otra leyenda del videoclip, este conflicto ha sido -al menos hasta Be Kind, Rewind (2006)- el problema más grande que ha tenido Gondry a la hora de dirigir cine. Human Nature (2001) fue su ópera primera, film de culto para algunos, despreciado por otros. Aunque fue con Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004), una producción totalmente norteamericana con grandes estrellas, que Gondry logró finalmente aunar un imaginario visual excéntrico y alocado con una historia lo suficientemente fuerte para llevar adelante un film. Muchos premios, incluido un Oscar a Mejor guión (compartido con Charlie Kaufman), respaldaron la originalidad de la película. Aun así quedaban dudas acerca del rumbo que Gondry podría o querría seguir. Soñando despiertos (The Science of Sleep, 2006) fue la versión más extrema del estilo no narrativo de Gondry. Y Be Kind Rewind parece todo lo contrario. Gondry se dedica, por primera vez, a trabajar con una narración simple, más clásica, y deja lo excéntrico a la idea misma de la película. Un elenco de cine comercial encabezado por Jack Black y Mos Def, y que incluye un nada azaroso cast donde se suman Mia Farrow, Danny Glover y Sigourney Weaver. Curiosamente, el fenómeno “sweded”, es decir, la recreación de films significativos de la cultura popular con un presupuesto muy bajo y una camcorder, que retrata el film, es algo cada vez más común en Internet. Gondry, con su film más clásico hasta la fecha, sigue igual explorando las distintas formas de expresión audiovisual. Y aunque los seguidores del realizador tal vez no se sientan tan a gusto con este cambio de tono, lo cierto es que Gondry ha podido sorprender nuevamente, algo que para un realizador actual no es tan sencillo de conseguir.