Emily la criminal (Emily the Criminal, 2022) es una película policial bastante inusual. De hecho es más una película sobre delitos más que una trama de policías. Emily (Aubrey Plaza) es una joven endeudada por sus préstamos estudiantiles que viene teniendo problemas cada vez más complicados. Sus antecedentes policiales de conducir alcoholizada y actuar de manera violenta le arruinan sus perspectivas laborales. No hay trabajos firmes en su futuro cercano. Un conocido le sugiere que llame a un misterioso teléfono que le va a permitir dinero rápido. El trato que le ofrecen es el de ser una compradora falsa en una estafa con tarjetas de crédito. Emily no es ningún modelo de conducta, pero hasta ese momento no ha sido una criminal. La decisión de ser parte de esta red desatará una nueva ola de problemas que serán cada vez más complicados. El suspenso y el drama van creciendo en una narración tensa y angustiante. La película, por supuesto, se sostiene gracias al carisma y la presencia ambigua de la protagonista Aubrey Plaza. Es una de las pocas actrices capaz de conseguir que su personaje sea terrible y querible a la vez, que una película policial sea un drama cada vez más tenso y que la transformación de una persona harta del sistema resulte creíble. Una pequeña película independiente, original y efectiva.
