Peliculas

EFECTOS COLATERALES

De: Steven Soderbergh

A MEDIA MÁQUINA

Steven Soderbergh no para de filmar, aunque haya anunciado su retiro, este aun no se siente en los cines. Es más, este año veremos un prometedor telefilm sobre la vida de Liberace que protagonizan Michael Douglas y Matt Damon. Para que la sensación de carrera activa sea aun mayor, los caprichos de la cartelera local han permitido que en menos de un mes se estrenaran dos de sus películas. Magic Mike apareció en la cartelera y tres semanas más tarde llega Efectos colaterales. En un comienzo esta nueva película parece estar en un tono más serio y profundo. Con el antecedente de Traffic –título que le valió a Soderbergh el Oscar a mejor dirección- se podría pensar que esta película tiene como objetivo la denuncia. Y algo de denuncia tiene, hay que reconocerlo. Aunque por otro lado, el Soderbergh serio no necesariamente el mejor. La historia que cuenta es la de una pareja que intenta reconstruirse luego de que él (Channing Tatum) sale de la cárcel, encerrado por tráfico de influencias. Pero la felicidad del reencuentro tiene su lado oscuro y ella (Rooney Mara) da señales de depresión. Un intento de suicidio la llevará a un psiquiatra (Jude Law) que conoce en la guardia, y allí se abre una interesante puerta para denunciar el manejo irresponsable de la medicación. Los intereses de los laboratorios, los arreglos con los médicos, y la irresponsabilidad de medicar sin medir las consecuencias parecen ser el centro de la trama. Y lo son, claro, hasta cierto punto. Hasta ese punto la película es atrapante y expone dilemas éticos que hacen que la historia atrape más allá del suspenso. Al parecer, Soderbergh se conforma con esa piedra lanzada al comienzo y no lo lleva más allá. Creerá, tal vez, qué alcanza con eso. Y alcanzaría, si la película no empezara a dar vueltas, cada una menos interesante que la anterior. Por suerte la caída de la película se produce en el último tercio y no arruina todo lo logrado, simplemente lo diluye. La actuación de Jude Law es lo que ayuda a sostener hasta el final Efectos colaterales. Su trabajo –muy superior al del resto del elenco- le otorga seriedad a un guión que lo va perdiendo. Es una pena, porque aun en su condición de denuncia la película funcionaba como entretenimiento. Pero deja la denuncia y la sutileza de lado para lanzarse al efecto y el efímero golpe que sorprenda al espectador. Cambia inteligencia por ingenio y sale perdiendo, aun cuando no llegue a derrumbarse del todo. Es divertida pero intrascendente. No puedo evitar pensar en Richard Linklater y Escuela de rock. Linklater, gran cineasta independiente, aceptó filmar Escuela de rock con una consigna: hacer la mejor película posible. Convirtió un encargo en una película excelente. No es eso lo que parece animar los films de género de Soderbergh, cosa rara, ya que ¿No debería ser ese el objetivo de todos los cineastas?