AVENTURAS EN EL MAR
El cine norteamericano es un cine de héroes. Los hay de toda clase, desde el comienzo de la historia del cine y hasta la actualidad. A esa lista y en relación con esa tradición está el Capitán Phillips. El Capitán del título es el protagonista de esta historia basada en hechos reales ocurridos en el año 2009, cuando cuatro piratas somalíes tomaron su nave y lo retuvieron como rehén. El gran problema de las películas basadas en hechos reales es que desde que arranca la película uno tiene bastante información o al menos adivina- acerca de la historia y su final. Tal vez porque el final no sea lo más importante, sino la reflexión que uno pueda hacer a partir de la historia narrada. Y el Capitán Phillips representa la esencia misma del heroísmo en el cine americano. Un hombre que hace su trabajo de la manera más responsable posible, cumpliendo con ética cada una de las tareas asignadas, ganándose el sueldo y el derecho a volver con su familia. Y Tom Hanks es el actor ideal para ponerle rostro a dicho personaje.
Paul Greengrass, el director, tiene un demostrado talento para narrar historias que aquí confirma a lo largo de toda la película. A pesar de una enorme capacidad para utilizar recursos visuales impactantes, Greengrass no abandona nunca la narración clásica. Tal vez Capitán Phillips sea, de hecho, la más clásica de sus películas. Greengrass tiene por lo menos cuatro películas impactantes antes de esta: Vuelo 93, La supremacía de Bourne, Bourne: El ultimátum, La ciudad de las tormentas. En todas mostró un gran pulso para la acción y aquí, aunque se trate de otra clase de film, vuelve a hacerlo. Para que el clasicismo sea aun más claro, el Capitán Phillips está interpretado nada menos que por Tom Hanks, uno de los más grandes y más clásicos y sobrios actores del cine actual. Su protagonismo es absoluto y por lo tanto gran parte de la película recae sobre sus hombros. Las ideas del mundo que tiene Phillips, su comportamiento a lo largo de la película, encuentran en Hanks al rostro ideal para darle credibilidad. Y su sufrimiento se convierte en el nuestro. Actor de gran talento, Hanks ofrece acá una actuación obligadamente contenida y sobria que poco a poco va creciendo junto con el drama. Sin duda figura entre lo mejor del actor.
Las vueltas que va ofreciendo la trama, la tensión de los grandes momentos de suspenso, funcionan de punta a punta del relato. Aun conociendo la historia, aun sabiendo quien ha contado la misma, igual cada escena es vivida, una vez más gracias al director, con una enorme angustia, sin saber cuál será el siguiente paso que dará el protagonista y sus captores. En cuanto a la mirada general del mundo, sin duda Greengrass conduce el relato por terrenos más bien agridulces. La presentación de los piratas, en particular el líder, al comienzo del relato, indica que la mirada será compleja y que buscará promover la empatía. El Capitán hará lo mejor posible en circunstancias realmente adversas. Su nobleza es indiscutible. Pero también queda claro que el film sabe que el es una víctima casual. Sus captores pertenecen a un grupo que es víctima de la marginalidad y la pobreza. La emoción del film pasa justamente por la amargura de que aun haciendo todo bien, algún precio alguien tendrá que pagar. Justamente los más débiles.
Un buen director, un buen actor, una buena historia. Los tres pilares que sostienen Capitán Phillips a lo largo de más de dos horas. Verdaderas aventuras en el mar, como en los viejos tiempos, aun cuando la historia transcurra en el presente. Y la recuperación o la afirmación de la moral del cine de Hollywood.