Brij Mohan Amar Rahe es una nueva apuesta cinematográfica de Netflix. El cine de la India, que se suele llamar de forma incorrecta pero ya adoptada por todo el mundo cine de Bollywood, es la cinematografía más prolífica del mundo. Pero a pesar de realizar más películas que cualquier otro país, su llegada a los cines de todo el planeta se hace complicada. Las pocas películas de la India que llegan a la Argentina son casi todas productos realizados por otros países en coproducción con la India o versiones occidentalizadas de temáticas o situaciones cercanas a ese país. Un ejemplo es Slumdog Millonaire, la película ganadora del Oscar realizada en el año 2008. Se trataba de una producción de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania e India. Ese es un ejemplo entre varios. Netflix es una buena ventana para conseguir que esta cinematografía llegue a todos. Aunque no están casi ninguno de los más grandes clásicos del cine indio, si hay una cantidad muy importante de títulos entre los que aparecen algunas películas realmente importantes de los noventas y el siglo XXI. Para quienes nunca hayan visto cine de Bollywood, hay suficiente material para investigar y aprender. Pero también Netflix buscar producir títulos originales de esta cinematografía que se sumen a la cada vez más ambiciosa carpeta de films que la empresa produce. Dos títulos están disponibles en este 2018: Love per Square Foot y Brij Mohan Amar Rahe. La primera es una comedia romántica que analizaremos en otro texto, así que pasemos a la comedia policial se acaba de estrenar.
En primer lugar queda claro que la idea es volver un poco más fácil al gusto universal las muy particulares películas que se realizan en la India. Brij Mohan Amar Rahe tiene suficiente identidad local como para inquietar a un espectador sin el paladar acostumbrado, pero también posee algunos guiños para acercarlo. Para empezar el hecho de que la película dure apenas 100 minutos es toda una novedad. Casi una hora menos que gran parte de la producción de películas de su país. También la cantidad de escenas de sexo son algo menos común de lo que un espectador novato podría creer. Desde el comienzo se evita que el espectador imagine una cinematografía naif o quedada en el tiempo. Pero luego el humor es bien de la India y aunque no se convierta nunca es una verdadera comedia india, varios detalles sí se ven habituales. La trama comienza como comedia y rápidamente adquiere un tono policial. La comedia y el crimen son una combinación habitual en el cine de todo el mundo, acá no hay excepción. Las deudas llevan al protagonista a pedir prestado dinero y las cosas se complican a un nivel que debe tomar una decisión extrema: fingir su muerte para escapar de los acreedores y también de su esposa. El plan es escapar del país con su amante.
Toda la primera parte del film resulta fallida y poco interesante. Los personajes no son interesantes y los actores, lejos de las grandes estrellas de la India, son muy poco carismáticos. Pero como toda buena película masala (palabra para definir la multiplicidad de géneros en una misma película india) el guión va cambiando el tono. A medida que avanza la trama se hace un despliegue de personajes miserables, cobardes o corruptos, sin ningún héroe ni nada ni nadie que los redima. Con ligereza la película da una mirada poco alentadora del ser humano. Nadie busca algo positivo en ningún momento. Solo hacia el final, cuando se va volviendo todo un poco más oscuro, la película adquiere un mínimo interés. El final es abrupto pero contundente, pero son méritos pequeños para una producción que no representa lo mejor del cine de la India sino que pasa a engrosar la larga lista de películas mediocres de Netflix. Como en las salas de estreno, por supuesto, donde las películas mediocres superan en número a las excelentes. Veremos como sigue la relación entre esta cinematografía y la empresa de streaming.