Audrey (Mila Kunis) y Morgan (Kate McKinnon) son dos amigas que terminan en el centro una conspiración internacional cuando Audrey descubre que su ex es un espía. Tan simple la premisa como entender que las formas más elementales de la comedia no dejan nunca de ser las más eficientes. Las buddy movies, aquellas donde dos compinches o amigos viven aventuras, son películas que funcionan desde los comienzos del cine. Comedias, aventuras, drama, acción, todo puede servir para estas historias de amistad donde una pareja despareja es el centro de la trama. Desde Stan Laurel y Oliver Hardy hasta Mel Gibson y Danny Glover, estas películas son una fórmula perfecta. La comedia ha conocido muchas de estas parejas y en los últimos años el género ha incluido más que nunca historias de amigas mujeres. No son una novedad, pero hoy están a la orden del día.
The Spy Who Dumped Me es un ejemplo perfecto de este género y la pareja protagónica cumple con la brillantez en el humor y la química necesaria para lograr que la historia funcione. Mila Kunis es una gran comediante, pero sin duda es Kat McKinnon es la comediante más grande que tiene el cine actual. Su capacidad de delirio y su energía son un verdadero show que ilumina cualquier película en la que ella aparece. Su trabajo en televisión es brillante, pero su paso al cine no se ha quedado atrás. Merecedora de todos los premios por su espectacular trabajo en Cazafantasmas (2016) ella es una de las grandes personalidades a seguir en el mundo de la comedia.
La película juega la nada sencilla doble nota de la comedia y el cine de acción, con algunos momentos más logrados que otros, con secundarios de lujo como Gillian Anderson y con la capacidad de mantener el humor negro en épocas algo puritanas a la hora de las películas comerciales. La buddy movie funciona si funciona su pareja protagónica y si tiene algunos momentos memorables. Mi ex es un espía consigue sus objetivos aunque no sea una obra maestra del género.