Londres

The Old Operating Theatre Museum and Herb Garret

No hay una ciudad con más museos que Londres. Quien realmente ame visitar museos, nunca se cansará de Londres. Docenas de lugares para visitar, cada uno con sus propias características y estilo. Los museos más grandes, como la National Gallery o el British Museum, suelen ser gratis, teniendo solo que pagar los eventos o exhibiciones pasajeras, armadas más allá de la muestra permanente. El consejo general es ver días, horarios y precios, todos tienen página web para poder evaluar con tiempo. Muchas veces, las muestras especiales requieren sacar entradas con anticipación. Pero  hay muchos otros museos extraordinarios, más pequeños, casi siempre pagos, donde se pueden encontrar verdaderas joyas, lugares ideales según el interés de cada visitante. Si se visita Londres una sola vez y por poco tiempo, será difícil visitar varios, pero no se pierdan algo fuera de serie solo porque está fuera de los lugares principales de turismo.

The Old Operating Theatre Museum and Herb Garret es uno de esos museos para visitantes más curiosos y especializados. Si les interesa la medicina, en particular la cirugía, si se sienten fascinados por el siglo XIX, este pequeño museo vale la pena. ¿Y por qué vale la pena? Paso a contarlo. El Museo se encuentra en el Southwark de Londres, a pocos metros de la estación London Bridge, tanto de subte como de tren. La dirección es 9a St Thomas Street. No es difícil de encontrar, pero su entrada, más allá del cartel en la puerta, es muy pequeña. Tan pequeña como encantadora, con un cartel que indica que nos esperan treinta y tres escalones de una diminuta escalera circular cuya única baranda es una soga junto a las paredes. ¿Hay algo más encantador que un museo cuya entrada tiene una advertencia? Es una invitación al viejo Londres, sin duda.

Una vez que accedemos al museo encontramos una recepción donde sacar la entrada –el costo actual es de 6.50 libras- y con un simpático shop donde comprar postales, posters, libros y graciosos recuerdos acorde al museo. Al entrar al museo tal vez no tengamos ganas de gastar plata en esto, pero a la salida, como suele ocurrir cuando nos gusta un museo, seguro nos compraremos algo. Recuerden que al hacerlo estamos dándole un poco más al museo, es una forma extra de agradecimiento. Como todo museo pequeño, no hay que apurarse, hay que aprovechar cada objeto, cada momento, cada fotografía. El apuro no es para los museos.

The Old Operating Theatre Museum and Herb Garret está ubicado en el ático de la St. Thomas Church, una construcción medieval que ha tenidos muchas reformas a lo largo de los siglos. Una vez que dejamos la recepción sentimos que estamos en el siglo XIX, siglo donde ese espacio se convirtió en quirófano. Pero no nos adelantemos, primero digamos que allí había un hospital, por eso el quirófano. El hospital, con sus evoluciones, funcionó hasta mediados del siglo XIX, donde quedó abandonado, para ser rescatado el viejo quirófano en 1957. Antes de acceder a ese espacio, primero pasamos por un ático de hierbas donde vemos cómo funcionaba la medicina en el siglo XIX. El material con el que trabajaban médicos y boticarios. Vemos todos los elementos para hacer medicinas, así como también muchos elementos de medicina de aquellos años. Desde instrumentos quirúrgicos a piernas ortopédicas, pasando por muchas curiosidades, y donde tampoco falta la leyenda de un fantasma que habita en el lugar.

En ese espacio maravilloso vale la pena detenerse, porque la mayoría de los objetos son maravillosos, y muchos tienen una información valiosa. Como el piso es de madera, cada paso que damos nos hace sentir en aquella época también, es el prólogo ideal para subir al siguiente nivel y descubrir el quirófano. El quirófano, el más antiguo del Reino Unido y el más antiguo que se encuentra aún disponible para visitar, es de 1822 y basta decir esto para imaginar lo que debe haber sido su funcionamiento en aquella época. El quirófano tiene a su alrededor un pequeño anfiteatro para que los estudiantes y médicos pudieran ver la operación y aprender de la experiencia. En 1822 las operaciones no incluían la asepsia y la anestesia. Es obvio que no había mucho control si sesenta personas podían venir de las calles de Londres y observar una intervención en el mismo espacio. Algunos precarios elementos que aparecen es el lugar indican cuanta limpieza podía haber en el lugar en aquellos años. Las herramientas muestran también la dureza de las sangrientas intervenciones en la primera mitad del siglo XIX.

Para que la visita sea completa, lo mejor es sumarse una visita guiada o tener la suerte de que justo en el momento de la visita un grupo de estudiantes esté recibiendo una charla. Hay mucho para aprender en ese quirófano. Hay un tour especial llamado The Gore Tour que incluye explicaciones más gráficas de las operaciones y no es recomendable para niños. Hay toda clase de charlas con previa reserva, así como también funciones de cine de terror clásico para darle ese extra tan típico de Londres y su universo de horror gótico y misterio. Para esa clase de eventos siempre hay que reservar, todo puede encontrarse en la web del museo.

The Old Operating Theatre Museum and Herb Garret es el ejemplo perfecto de museo pequeño para interesados en un tema o una época puntual. Hay muchas otras cosas para visitar en la zona, incluyendo el famoso edificio The Shard que está casi al lado del museo y caminando se llega en un par de minutos a ver el Tower Bridge también, entre muchas otras cosas. Es muy común que en Londres, si uno sigue una o dos cuadras más, se encuentre con algo maravilloso. Es aconsejable, cuando uno visita un museo o cualquier cosa, averiguar qué otras cosas hay para conocer en la zona. Así es Londres, siempre un nuevo misterio por revelar.