Días de circo es un documental que cuenta como es la vida alrededor de un pequeño circo en Bolivia que viaja por los pequeños pueblos de ese país. El protagonista Nigua, que desde niño escapó de su casa para sumarse a un circo ambulante. Tiene sueños, esperanzas, pelea a diario en un mundo que parece no tener futuro. No está solo, otros personajes viven con él este proyecto circense. La película no logra profundizar en cada uno de los personajes y prefiere centrarse en el derrotero alrededor del circo mismo.
Hay un juego de expectativa, el de saber si veremos finalmente una función, si podremos concretar que tan lejos está la visión de Nigua de la realidad que lo circunda. La película brilla en los detalles y el tono terminal de ese universo que parece crepuscular, al borde de su final.
Intencionalmente pequeña, la película no intenta elevarse, ni en su estructura ni en su tono, por encima del universo que elige retratar. Esto habla de una mirada sincera y respetuosa, pero a la vez termina limitando el resultado.