Con este miedo al futuro es una de esas películas argentinas que se supone que además de drama, poseen humor, pero esa suposición parte de las sinopsis, los comentarios en las críticas y el deseo de que algo de lo que dicen los personajes le pueda parecer gracioso a alguien además de a ellos.
En todo caso, lo cómico consiste en no lanzarse de lleno a las miserias de los personajes y tener algunos momentos de piedad. Leo, el protagonista, es un profesor de literatura en la Facultad de filosofía y letras, tiene una crisis en su postergada carrera de escritor, su divorcio que lo obliga a mudarse y dudas existenciales que lo llevan a ser por momentos agresivo, irrespetuoso y autodestructivo. La aparición de una alumna brillante que se interesa en él es la única esperanza que parece asomarse en el horizonte.
La película, con su cámara en mano y su estilo despojado, cumple con el manual del cine independiente argentino. Los extensos diálogos acerca de dudas profundas y trivialidades no suman y solo consiguen alargar la extensión de una película que nunca justifica su condición de largometraje. Un diálogo sacado –posiblemente como cita- de Adaptation parece ser un ambiguo punto de partida para debatir acerca de si en la vida y en el cine, existen conflictos. En la vida, no hay duda, lo dice el personaje, en el cine depende del esfuerzo y la capacidad de los que lo hacen.