Ken Burns es uno de los documentalistas más destacados del mundo. Su trabajo incluye series documentales sobre La guerra civil, el béisbol, la guerra de Vietnam, la Segunda Guerra Mundial y el jazz, entre otros temas. En la mayoría de los casos Burns se toma el tiempo necesario para recorrer de forma exhaustiva e implacable, todos y cada uno de los detalles sobre el tema elegido. Sus películas son un prodigio de información, material de archivo y narración fluida. Cuando termina de ver un documental de Ken Burns se queda con la sensación de saberlo todo sobre el tema. No es raro para nada el desear ver nuevamente todas y cada una de las series y películas que ha realizado.
Prohibición (Prohibition, 2011) es un documental de cinco horas y media divido en tres grandes episodios. Su tema es la ley Voltead, vulgarmente conocida como Ley seca, es decir la prohibición de la fabricación, transporte, importación, exportación y la venta de alcohol en el territorio de los Estados Unidos de Norteamérica. Alguien podría preguntarse cómo se puede hacer una serie documental sobre un tema tan acotado. Quien se pregunta eso no conoce la maestría de Ken Burns y su talento para armar un enorme mural donde figuran los más interesantes y complejos detalles que van nutriendo al tema principal. Por otro lado, cualquier cinéfilo sabe que La ley seca fue también un período que no sólo marco la historia de Estados Unidos, sino también la del cine.
El documental, que Ken Burns codirige con Lynn Novick, se divide en tres partes que parecen los tres actos de una narración clásica: introducción, nudo y desenlace. El primero se concentra en los antecedentes que llevaron a que se promulgue la ley. El segundo la instalación y auge de dicha ley y el tercero todo el camino que llevó hasta su desaparición. Dicho así parece que se puede resumir fácilmente, pero con cada detalle se abre un abanico y somos testigos de las muchas variables que entran en juego a la hora de que desarrollen eventos históricos tan relevantes. De lejos se ve La ley seca, de cerca se entiende todo el proceso que llevó a que se promulgue algo que hoy nos parece absurdo.
El primer episodio, que dura una hora y treinta y cuatro minutos, describe la inmigración y las costumbres de los inmigrantes, el alcoholismo creciente, la relación entre los hombres que destruían sus hogares y la revolución de las mujeres sufragistas que empezó a gestarse a partir de las ligas de mujeres contra el alcohol. En aquel momento la violencia doméstica y el abuso dentro del matrimonio no eran considerados el enemigo, el enemigo era el alcohol. Surgieron también las primeras asociaciones de alcohólicos recuperados. No solo sirve la serie para entender la ley, sino para entender Estados Unidos en aquellos años previos a la ley.
El segundo episodio dura una hora y cincuenta minutos y muestra cómo se llegó concretó finalmente la promulgación de la ley. Los manejos políticos, los intereses, las contradicciones y hasta los motivos absurdos por los cuales se terminó dentro de una ley antipopular. Las consecuencias inesperadas del crimen organizado creciendo exponencialmente. La policía de Nueva York, mayormente conformada por irlandeses, y su vínculo con el alcohol. Lo mismo para los inmigrantes en general. Las grandes cervecerías, las excepciones a las reglas. Las mil y una maneras de traficar alcohol antes del crimen organizado y las contradicciones que fueron surgiendo, porque una parte enorme de la población infringía la ley como nunca antes. La aparición de Al Capone y todo lo que lo rodeó. Incluso en este episodio aparecen las primeras escuchas telefónicas.
El episodio tres dura una hora y cuarenta y cinco minutos y su nombre lo dice todo: “Una nación de hipócritas”. La ley muestra todas sus falencias, sus inesperadas y desastrosas consecuencias y delata un nivel de hipocresía en todas las esferas de poder y ejecución de las leyes. El esplendor de Al Capone y el crimen organizado en Chicago. La búsqueda desesperada por salir de La ley seca, la llegada de la gran depresión. Los cambios sociales y políticos que fueron provocados por la ley y que a su vez la empujaron hacia afuera. Dicho así parece un sumario, pero cada cosa tiene un personaje, una frase, una historia, una imagen de archivo impresionante. Aun para quienes conozcan más o menos el tema, el documental significa finalmente entenderlo completamente.
Además de verse espectacular, la serie tiene un lujo extra y son las voces de grandes actores que forman parte. En primer lugar Peter Coyote es el narrador principal. Pero además aparecen hacienda las voces en off de titulares de diarios y personajes la siguiente lista: Blythe Danner, Paul Giamatti, Tom Hanks, Jeremy Irons, Samuel L. Jackson, John Lithgow, Josh Lucas, Amy Madigan, Oliver Platt, Campbell Scott, Joanne Tucker, Sam Waterston y otros. Este recurso le da un color extra al documental, lo vuelve mucho más interesante. Cuando llega una cita textual de Al Capone y aparece un actor profesional haciendo su voz, es tan fuerte como una foto o un fragmento de archivo. Esos detalles Ken Burns los sabe utilizar con absoluta maestría.
Ken Burns y Lynn Novick consiguen acá un documental compacto, llenos de hallazgos e ideas. No hay cinco minutos del documental que no contenga una información valiosa. El documental histórico en televisión se ha ido borrando poco a poco, dejado de lado por los reality shows y los documentales que construyen historias sobre mentiras o teorías conspirativas. Los realizadores de Prohibición mantienen el respeto por la información, la historia y la narración clásica sin golpes de efecto. Aunque ya han pasado varios años desde el estreno de esta maravilla, su vigencia es absoluta y lo que cuenta es igualmente apasionante. Imperdible.