Ultras transcurre dentro del mundo de los barrabravas del equipo Apache, en la ciudad de Nápoles. El protagonista es Sandro (Aniello Arena), líder de la barra brava, apodado Mohicano, tiene cincuenta y empieza a querer dejar este mundo. Divorciado desde hace año, también desea formar una nueva familia con una mujer con la que comienza a salir.
Pero las internas en el club son fuertes. Sandro, como otros ultras, tiene prohibido ir a la cancha y los días de partido debe ir a la comisaría a hacer acto de presencia, demostrando que no fue a ver al club del cual es barrabrava. Pero sí va su hijo Angelo (Ciro Nacca), que a sus 16 años está adentrándose recién en este mundo. Muy cercano a Sandro, se mete en el mundo de los ultras, del cual ya había formado su hermano mayor, quien fue asesinado por hinchas de Roma años atrás.
La descripción de este mundo desea despegarse de la realidad. Aclara al comienzo que no recibió apoyo ni colaboración de los ultras de Nápoles y los hinchas del Napoli aclararon, repitieron y se quejaron por como de describe su mundo en la película. No sé si esto es un defecto o una virtud de la película, es solo como fue recibida por aquellos que están más cerca de este mundo.
Por lo demás, la película está bien filmada, tiene dos o tres planos memorables, en particular uno que se aleja poco a poco de una gran bandera que se va desplegando y termina mostrando la ciudad y el mar a su lado. Brillante, todo un hallazgo digno de ser destacado. Los actores están bien, la violencia bien filmada y tiene un final que no por previsible deja de ser bueno. Un film prolijo y con calidad, sin tampoco ser una excelente película.