En 1975, Seyolo Zantoko, recién graduado como médico originario de Kinshasa, acepta una vacante de médico rural en un pequeño pueblo francés. Cuando llega a Marly-Gomont, la gente tiene miedo porque nunca han visto a una persona de raza negra, pero Seyolo está decidido a luchar y hará todo lo posible para ganarse la confianza de los aldeanos. Al mismo tiempo, tiene que ganarse la confianza de su esposa y sus dos hijos, porque ellos también dudan acerca de la decisión que han tomado.
Con bastante ligereza y humor, la película cuenta los pesares de este médico y su familia a la vez que narra los prejuicios de las sociedades cerradas. Nunca se pone solemne la película, nunca se pasa de dramática. Tiene, a su favor para hacerlo, el hecho de que se basa en una historia real. Con humor y con emoción, la película tiene el final que todos esperan desde que arranca la historia. Su amable costumbrismo no abandona al espectador aunque tampoco alcanza niveles particularmente brillantes o memorables.