Peliculas

La mentira original

De: Ricky Gervais

La mentira original (The Invention of Lying, 2009) es una película dirigida, producida, escrita y protagonizada por Ricky Gervais. Es su debut como director de cine, aunque su trabajo esté compartido con Matthew Robinson. Para el momento de la realización de esta película, Gervais ya era mundialmente famoso por sus distintos trabajos en televisión, en particular The Office.

La película está ambientada en una realidad alternativa, donde nunca nadie miente ni ha mentido, y todo lo que se dice es la verdad (o la verdadera opinión de quien lo expresa). La consecuencia de esta realidad en la que nadie miente, es que no hay creencias religiosas. La ausencia de ficción resulta en una industria cinematográfica limitada a la lectura de relatos históricos, y en comerciales tan abierta e incómodamente sinceros como lo es la gente.

Mark Bellison (Ricky Gervais) es un escritor de esas llamadas películas que no son otra cosa más que gente contando hechos históricos. Las cosas van cada vez peor en el su trabajo porque el siglo XIV, sobre el cual él debe escribir, no tiene suficientes elementos atractivos. Tiene una cita con una mujer llamada Anna (Jennifer Garner) que fracasa desde el comienzo, aunque Mark queda enamorado. Con esa decepción a cuestas, al otro día Mark descubre que ha sido despedido.

Pero al ir al banco a sacar dinero para pagar el alquiler, tiene una epifanía y decide mentir. Como nunca nadie ha mentido, la cajera del banco acepta lo que él ha pedido llevarse. Ese es solo el comienzo de un poder que lo termina colocando en el centro del mundo. Recupera su trabajo, comienza irle bien en las cosas y se empieza a preguntar si tendrá una segunda oportunidad con Anna.

Ricky Gervais se mete solo en un tema divertido al comienzo, pero con infinitas contradicciones de guión desde el primer minuto. Nadie pretende que sea verosímil, pero es el propio guión el que se mete en problemas y se nota. Aun así se trata de una clásica historia de Gervais. Una descripción terriblemente dura del mundo y a la vez con un enorme amor y compasión por las personas. Su opinión sobre la religión, la sociedad y el amor aparecen con las mismas ideas previas y posteriores a este film. Pero a Ricky Gervais la estructura cinematográfica no le queda tan cómoda como la televisión con el stand up. Para él la necesidad de una historia en tres actos es una limitación que lo encierra, no le permite ir hasta el final con la misma potencia. Para quienes disfruten de su humor, la película tiene un enorme despliegue de sus chistes y para quienes busquen esa emoción que llena los ojos de lágrimas, también hay de eso.