El joven Jin-seok se muda a una nueva casa con su madre, su padre y su hermano mayor, Yoo-seok. Para Jin-seok, su hermano es su ídolo, lo admira profundamente y es su máximo orgullo. Hay algunas cosas que no terminan de cerrarle a Jin-seok en su nuevo hogar. Pero todo empeora cuando en una noche lluviosa su hermano es secuestrado, al ser tomado violentamente por un grupo de desconocidos que se lo llevan en una camioneta. Diecinueve días pasan sin noticia alguna hasta que, de repente, Yoo-seok regresa. La alegría del joven pasa rápidamente a inquietud cuando empieza a notar diferencias entre lo que era su hermano y lo que es luego del secuestro.
En los primeros minutos de película Olvidado (Gi-eok-ui bam, 2017) atrapa al espectador dándole toda la clase de información y sin perder el tiempo para pasar al conflicto principal. Incluso lo hace con tanta seguridad que uno se pregunta hasta qué punto esta revelación logrará mantener nuestro interés. Pues es solo el comienzo. El juego de sorpresas que la película tiene es lo suficientemente rebuscado y divertido como para no avanzar ni un minuto más sobre él. La película es dramática, no tiene humor y avanza con firmeza a cada paso, sosteniendo su guión enredado como si fuera la cosa más sencilla del mundo.
En su tono melodramático y sofisticado, no pierde el rumbo ni necesita demasiados elementos extras o enormes escenas de acción. Se sostiene en el guión, buenos actores y un trabajo técnico impecable. Se mete en un terreno complicado pero sale de pie, ofreciendo muchas escenas memorables y un entretenimiento basado en las sorpresas bien ganadas.