Peliculas

L7: Pretend We’re Dead

De: Sarah Price

No sé cómo conocí a las L7, pero allá por la década del noventa en cualquier disquería se podían conseguir sus primeros tres discos sin ningún problema. No es que MTV pasara mucho sus videos tampoco, pero allí estaban en una época donde una banda como esta era posible. Aunque las definiciones no siempre son acertadas, las categorías en las que suele encontrarse esta banda son Punk rock, grunge, hard rock y alternative metal. No sé si es exacto, pero alguna idea de cómo suenan el lector se podrá dar.

L7 es una banda norteamericana que nació en Los Ángeles en 1985. Su formación original era Suzi Gardner (voz, guitarra), Donita Sparks (voz, guitarra), Dee Plakas (batería, voz) y Jennifer Finch (bajo, voz). En total sacaron siete álbumes de estudio y han realizado giras por grande parte del mundo. Su canción Pretend We’re Dead, perteneciente al álbum Bricks Are Heavy (1992) entró en el top ten del Billboard Modern Rock chart. Ese es también el nombre del documental que dirigió Sarah Price en el año 2016. La fama de las L7 fue tal que el director John Waters las invitó para que actúen en la película Serial Mom (1994) haciendo de una banda llamada Camel Lips.

En castellano la neutralidad del nombre desaparece y las L7 aparecen desde su mención como una banda formada por mujeres. Uno de los temas que aparecen en el documental es como el periodismo todo el tiempo las compara con otras mujeres que hacen música o les preguntan acerca de cómo es ser mujer en el mundo del rock. Con una claridad que hoy está más instalada, L7 simplemente contesta que ese encasillamiento es ridículo. En parte fue su música la que logró ese cambio. Pero sus actuaciones llenas de humor y salvajismo fueron una sorpresa en aquellos años. Varios momentos de alto impacto las convirtieron en leyenda. Bajarse los pantalones en una actuación en vivo en televisión no hace diferencia entre hombres y mujeres y cualquier puede hacerlo. Tirarle un tampón usado a un público agresivo sí tal vez sea un acto más privativo de las mujeres.

El documental muestra el nacimiento de la banda, sus ideas, su espíritu, y también la sorpresa que se fueron llevando cuando se volvieron mundialmente famosas. Famosas dentro del mundo de lo que en aquellos años se llamó mal y pronto rock alternativo. Pero fueron furor en Estados Unidos, Europa, Japón y Brasil, lo que da cuenta de un alcance inimaginable al ver el origen del grupo. La historia parece repetirse en todos los grupos. De la marginalidad a la fama, la fama como riesgo de perder la esencia, el debate de cada integrante, aunque en este caso más una pelea interna que entre las integrantes, todo eso que se ha visto tantas veces y de las cuales L7 no ha quedado afuera.

Si no existiera este documental, pocos creerían que ha existido y aún existe –su último disco salió en el 2019)- una banda como L7. Para quienes tienen toda su obra, el reencuentro con su historia es emocionante. No había en aquellos años la cantidad de material disponible y vale la pena verlas y conocer muchas historias desconocidas sobre el grupo. Se adelantar a su tiempo y los géneros musicales y estilo que se usaron años más tarde. Su fuerza descontrolada es perfectamente capturada por este documental.