El área de Chicago está paralizada por una tormenta de nieve que afecta al Aeropuerto Internacional Lincoln. Un equipo de vuelo de Boeing 707 de Trans Global Airlines (TGA) quedó atrapado en la nieve y está haciendo inoperable la pista 29. El gerente del aeropuerto Mel Bakersfeld (Burt Lancaster) se ve obligado a trabajar horas extras, lo que provoca tensión con su esposa, Cindy (Dana Wynter). Un divorcio parece inminente ya que además él tiene una relación con una compañera de trabajo, la agente de atención al cliente de TGA, Tanya Livingston (Jean Seberg).
Vernon Demerest (Dean Martin) es un capitán de TGA programado para ser copiloto con la función extra de evaluar al Capitán Anson Harris (Barry Nelson) durante el Vuelo 2 de TGA a Roma. Aunque Demerest está casado con la hermana de Bakersfeld, Sarah, está teniendo una aventura secreta con Gwen Meighen (Jacqueline Bisset), jefa de azafatas en el vuelo, quien le informa antes del despegue que Ella está embarazada de su hijo. Bakersfeld pide prestado al mecánico de TWA Joe Patroni (George Kennedy) para que lo ayude a mover el avión averiado de TGA que bloquea la pista 29. Bakersfeld y Tanya también tratan con Ada Quonsett (Helen Hayes), una viuda anciana de San Diego que es un polizón habitual en varias aerolíneas.
Mientras tanto, D.O. Guerrero (Van Heflin), un experto en demoliciones a quien las cosas no le han ido bien y con antecedentes de enfermedad mental, compra un boleto TGA de ida a Roma y una gran póliza de seguro de vida con la intención de suicidarse volando el avión. Planea hacer estallar una bomba en su maletín mientras está sobre el Océano Atlántico para que su esposa, Inez (Maureen Stapleton), recaude el dinero del seguro de 225,000 dólares.
Con estas historias y algunas más se construye la trama principal de Aeropuerto (1970) un verdadero clásico de la historia del cine basada en la novela de Arthur Hailey publicada dos años antes. La película se convertirá en éxito inesperado que provocará tres secuelas directas en 1974, 1977 y 1979, así como también la también clásica parodia ¿Y dónde está el piloto? (Airplane!, 1980), pero también será un hito dentro de la edad de oro del cine catástrofe que tendría una gran presencia en la taquilla durante toda la década del setenta. Los dos principales actores del film, Burt Lancaster y Dean Martin además de su sueldo fueron a porcentaje de ganancia, lo que les hizo ganar una fortuna a ambos. Lancaster nunca tuvo una buena opinión sobre los méritos artísticos del films, pero Martin estaba feliz con su personaje.
Aeropuerto, como suele ocurrir con el género al que pertenece, combina la espectacularidad de las catástrofes con historias de melodrama puro y duro. Matrimonios, amantes, conflictos laborales versus conflictos familiares, hombres presos de su desesperación y mujeres que descubren tarde la verdad acerca de su marido. En el medio dos personajes tienen vida independiente, estos son Patroni, un profesional que no se olvida de su origen y es capaz de agarrar la pala mientras realiza el imposible trabajo de sacar un avión de la pista, y la anciana Quonsett que es el alivió cómico del film y que tiene un inteligente espacio de importancia en la historia dramática. Tan bien está el personaje (y la actuación) que Helen Hayes terminó ganando el Oscar a mejor actriz secundaria. Fue el único premio del total de nueve nominaciones que tuvo, incluyendo mejor película.
Los minutos iniciales mientras se desarrollan los títulos muestran al aeropuerto en todo su esplendor así como también un aterrizaje. Las escenas en exteriores bajo la nieve fueron filmadas por el veterano Henry Hathaway y no por el director principal, y único que figura en los críticos, George Seaton. Si filmó todas escenas Hathaway es difícil de precisar, pero es una secuencia muy impactante que predispone muy bien al espectador. No sé si un aeropuerto había sido mostrado de esa manera antes. El ancho de pantalla está aprovechado al máximo y cualquier copia del film que no lo respete directamente no hay que verla, es otra película. A eso hay que sumarle un uso repetido de la pantalla dividida, lo que una vez más obliga a respetar el formato original. Incluso en las escenas en interiores del aeropuerto y los diálogos en el avión ese ancho es usado de manera muy efectiva. Aunque no se trata de un film tan espectacular como promete el comienzo, todo de principio a fin está bien explotado, hasta el avión en el hangar se ve muy impactante en las escenas finales.
Si bien hay momentos verosímiles en lo que aviación refiere, hay que ver Aeropuerto con mucha benevolencia y jugando el juego absurdo que propone. Muchas escenas se ven muy antiguas, como filmadas treinta años antes, mientras que las escenas de acción suponen para el espectador un sinfín de situaciones imposibles pero que resultan igualmente entretenidas. Vista a cincuenta años de su estreno parece otro planeta el mundo de la aviación, un disparate hasta difícil de entender por momentos. El libro y el elenco fueron dos pilares fundamentales para llevar al público. Los elencos gigantescos serían a partir de ese momento uno de los ganchos del género.
Lo más llamativo del film son las dos relaciones de los protagonistas con sus parejas y sus amantes. Mel Bakersfeld tiene sin duda un matrimonio en crisis y su temor a dañar su familia lo lleva también a tener cierta distancia con su amante. El capitán Vernon Demerest directamente tiene casi blanqueado el tener una amante allí si se ve todo el vínculo sexual que los une, algo reforzado obviamente por el embarazo de ella. Aunque no hay personajes femeninos negativos en la película, es bastante curioso que ambos protagonistas estén casados y tengan amante. Suena bastante adulto pero también transgresor, el único que realmente parece seguir enamorado de su esposa es el loco que lleva una bomba en el avión. También es notable la discusión sobre el aborto que se dan entre Demerest y Meighen, que no solo es adulta y compleja, sino que además está muy bellamente filmada, con ambos sentados en el avión vacío mientras vemos el largo pasillo de la nave detrás. Para un film tan taquillero que además suponía un espectáculo para todo público. Esos misterios sin resolver que tiene la historia del cine. Por momentos infantil, por momentos adulta, siempre divertida, nunca del todo buena, jamás mala, así es Aeropuerto, estrenada el 5 de marzo de 1970 en Estados Unidos y un verdadero éxito a nivel mundial.