Hay una misteriosa teoría entre los cinéfilos que dice que no hay películas malas sobre submarinos. Es posible que no sea cierta, pero hasta hoy nadie se ha dedicado a refutarla. Para confirmar la teoría llega ahora El canto del lobo (Le chant du loup, 2019) película francesa que transcurre, en gran parte, dentro no de uno, sino dos submarinos.
Uno de los tripulantes de un submarino nuclear francés tiene un talento superlativo para reconocer cualquier sonido en el océano. Su maestría no tiene comparación. Por ese motivo todos confían en él para identificar las posibles amenazas de potencias enemigas. Pero algo insólito ocurre y parece que finalmente el joven prodigio ha tenido una duda en la identificación de un objeto. Él no está conforme y desea investigar de forma ilegal que fue lo que pasó.
Cuando las cosas realmente se compliquen y exista un peligro real y tangible de una conflicto nuclear, sus superiores, sabiendo que nadie tiene ese talento, deberán decidir si confían o no en él nuevamente. La película, se centra en ese doble conflicto, el bélico y el humano, ambas líneas que van tomando cada vez más tensión a lo largo de las dos horas de película.
Con un suspenso de primer nivel, la película brilla de manera sorprendente. Una especie de La caza al octubre rojo (1990) en versión siglo XXI. Grandes actores, muy bien filmada y con momentos que tal vez uno no está acostumbrado a ver en el cine francés, al que no identificamos con cine bélico de submarinos. Una pequeña sorpresa que sólo llega a la Argentina gracias al streaming. Hubiera sido aún mejor verla en el cine.