Ir por donde ya han ido muchas películas y producir una historia atrapante, como si fuera la primera vez que vemos algo así. Ese es el secreto de Alone (2020), una película que se fija un objetivo y lo sostiene hasta el final, sin que esto no conlleve algunas sorpresas y un constante suspenso, que no termina hasta que la película lo hace.
Una mujer que acaba de enviudar decide mudarse. La escena inicial es ella cargando en un tráiler sus cosas. Lo engancha a su auto y parte a la ruta. Todo parece ser normal hasta que se cruza en el camino con otro conductor que tiene actitudes raras con ella. En una escena inicial que recuerda al clásico Duel (1972) de Steven Spielberg, el conductor de una camioneta es insólitamente hostil en la ruta, poniendo en riesgo la vida de la joven.
Todo lo que sigue deberá sorprender al espectador. No sabemos hacia donde irá la película y no es necesario contar más. Qué los actores sean poco conocidos ayuda mucho a generar incertidumbre acerca de su destino, incluso a preguntarse si serán esos los protagonistas de la historia.
La película se divide en capítulos cuyo nombre anticipa el lugar donde ocurrirá el clímax de la secuencia. El director deja en claro, en muchas escenas, que está por encima del promedio en cuanto a ideas visuales respecta. La película consigue el suspenso que busca y se siente físicamente todo lo que pasa en la historia. No hay escenas que provoquen indiferencia o distracción. Una pequeña gran película que debería tener un poco más de difusión.