Se estrenó esta semana en Cinear la película del 2008 Naranjo en flor. En un año casi sin estrenos en salas de cine, el streaming fue una opción para muchos títulos argentinos que no tienen otra posibilidad de darse a conocer. Pero en mitad de esos títulos llega esta coproducción española y argentina realizada hace doce años. Es verdad que los servicios de streaming estrenan películas que tienen varios años, pero que sean así de malas e irrelevantes no hay tantas, ni aun en el fondo de los catálogos.
Malena es una psicoanalista que tiene como único hobbie ir a bailar tanto a la milonga. Una noche, para salvar a una travesti de un ataque, mata accidentalmente a un hombre y decide ocultar el crimen. Por la televisión, descubrirá después que era un hombre casado y con un hija, y además inspector de policía. Malena conocerá entonces a un compañero del asesinado, un policía apodado “El Sabina”, porque insólitamente responde todo con frases del cantautor. Malena también se hace amiga de la viuda del policía muerto y ella le cuenta que es infiel y golpeador.
Naranjo en flor, cuyo hermoso título está tomado del tango de Homero y Virgilio Expósito, es una antigualla, un film que tiene doce años pero que podría haberse filmado hace treinta. Y aunque en aquel momento hubiera sido horrible. Un film noir con una voz en off que produce vergüenza ajena. Una historia de amor insólita, una trama policial llena de tonterías y lugares comunes. Una película española que parece completamente argentina. Un viaje atrás en el tiempo, pero en ausencia total de cine.