Francia, 1809. El capitán Neuville (Jean Dujardin) es un gran seductor. Acaba de pedir la mano de la joven Pauline bajo la desconfiada mirada de la hermana mayor de ésta, Elisabeth (Mélanie Laurent), pero aprobado por la propia Pauline y sus adinerados padres. En ese momento Neuville es llamado a filas y Pauline, sola y a la espera, no recibe ni una sola noticia suya. Temiendo por la vida de su hermana, Elisabeth decide empezar a escribir cartas haciéndose pasar por Neuville, al que convierte en sus relatos en un verdadero héroe de guerra. Ese será el comienzo de todos los enredos de esta comedia romántica a la francesa.
La premisa es simple y divertida, los actores están brillantes, jugando al estilo clásico de la comedia, sin tomarse el guión nada en serio y sin caer jamás en sentimentalismo. El humor es básico, con algunos gags intencionalmente antiguos, pero la comedia de enredos ambientada en el siglo XIX permite que estos de desarrollen de forma plausible para bien de la película. Dujardin demuestra, una vez más, su condición de estrella.