La dama y el vagabundo es uno de los varios films de los estudios Disney con mascotas como protagonistas. Y también uno de los que opone dos mundos: el hogareño y acomodado por un lado, y el libre y salvaje por el otro. En ambos mundos hay peligros, cosas buenas y malas, y los protagonistas deben elegir a cual van a pertenecer finalmente. No es que haya suspenso aquí, está claro que las circunstancias que empujan a la dama fuera de su hogar no son su propio deseo, digamos más bien que es la historia de cómo el vagabundo decide sentar cabeza. Elige bien, una familia acomodada, como le comentan sus amigos de las calles.
La pareja de perros protagónica es un espejo de la pareja humana, que apenas aparece, pero son los que tienen el hogar donde empieza y termina la historia. Humanos y perros forman sus respectivas familias. Cuando nace el bebé, Lady queda un poco postergada, pero no experimenta celos ni enojo, siempre tiene un espíritu protector. El desastre ocurre cuando el infante queda al cuidado de la tía Sarah, quien tiene dos malvados gatos siameses llamados Si y Am. Los estudios Disney tendrán una verdadera reivindicación con los gatos cuando en 1970 hagan Los Aristogatos.
La aventura romántica del film está filmada de manera muy cuidada, particularmente bella y el formato bien ancho de pantalla, el primero en Disney, permite que se luzca aún más. Tiene una paleta de colores muy elegante y armoniosa y varios momentos inspirados. La famosa cena con espaguetis es un clásico inmortal y es asombroso que el propio Walt Disney dudara en incluirla. Pero la escena estéticamente más bella y angustiante es la de la rata entrando al cuarto del bebé. El instante Disney perturbador que nunca puede faltar. Un gran momento cinematográfico que no genera mayor trauma porque el film en general es muy amable y liviano en sus resoluciones. Las canciones interpretadas nada menos que por Peggy Lee, marcan el comienzo del estudio y su relación con verdaderas estrellas a la hora de poner voces y canciones. La dama y el vagabundo es un clásico pequeño de una popularidad descomunal.