Batwoman nació en la década del 50. En 1956 apareció un personaje que siendo millonaria, decidió emular las aventuras de Batman y hacer justicia en Ciudad Gótica. Pasaron muchos años y hasta hubo una película mexicana con el nombre de La mujer murciélago (The Batwoman, 1968) pero sin relación con DC Comics. Pero la Batwoman que llegó ahora en esta serie de televisión deriva del comic del año 2006. Kate (o Kathy) Wayne tiene un vínculo familiar con Bruce Wayne, es la primera por parte de madre del héroe de Ciudad Gótica. En el comic el personaje traía la novedad de ser lesbiana, siendo el primer personaje de alto perfil en serlo en toda la historia de DC Comics. La serie toma todo esto, generando a su vez un hito en la historia de los superhéroes en televisión.
Han pasado tres años desde que Batman ha desaparecido de Ciudad Gótica. Jacob Kane (Dougray Scott) y su empresa de seguridad privada, los Cuervos, presiden una gala dirigida por el alcalde Michael Akins para apagar la batiseñal. En medio del evento Alice (Rachel Skarsten) y la Wonderland Gang irrumpen y secuestran a la agente de los Cuervos, Sophie Moore (Meagan Tandy). La hijastra de Jacob Wayne, Mary (Nicole Kang), llama entonces a la hija biológica de él, Kate Wayne (Ruby Rose) que está en el extranjero. Ella intentará contactar a su primo Bruce, sin saber que es Batman, a quién ella culpa por no haber salvado a su madre y su hermana años atrás. Cuando Luke Fox (Camrus Johnson) le diga la verdad, ella decidirá seguir sus pasos y convertirse en Batwoman mientras inicia una batalla contra Alice, quien también guarda un secreto familiar.
La temporada inicial de veinte episodios pone énfasis en las relaciones familiares y le dedica bastante espacio a esto. Sophie Moore es también la ex pareja de Kate y esa es otra subtrama, la de la protagonista y su vida sentimental. Los primeros episodios son interesantes y atractivos. Se nota que es una de esas series de largo aliento y además los fanáticos de DC saben que pertenece al universo Arrow, por lo que en esta trama, como en las otras series, habrá un cruce en algún momento. La villana y los títulos de los episodios están todos conectados con Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, pero aunque está bien la idea de la relación entre los personajes, a la serie le hacen falta más personajes, más villanos que aparezcan aunque sea uno o dos episodios.
La serie se va apagando hasta que llega el episodio nueve: Crisis on Infinite Earths: Part Two, donde se cruzan las historias de Arrow, Supergirl, The Flash y Legends of Tomorrow, a la vez que aparecen varios personajes del mundo DC, incluyendo varios Superman interpretados por los actores que los hicieron en cine o televisión. Ese capítulo muestra que más personajes siempre vienen bien y también que el universo de los comics es inabarcable e inagotable. A Batwoman le hubiera venido bien tener algo más de locura en ese aspecto, veinte episodios resultan demasiados más allá de algunas interesantes vueltas de tuerca.
Pero volviendo sobre la protagonista, hay que destacar que sí está bien, que se logra y funciona que ella sea lesbiana. Si se lo destaca es por la falta de representación previa, pero aquí el tema está bien integrado. No ignora los conflictos que esto produce, habla sobre eso, pero también se ve auténtico y sincero que el personaje sea así. Qué la interprete Ruby Rose le da un extra de verosimilitud, pero con otra actriz no hubiera sido diferente. El mundo ha cambiado y tal vez no haga tanto ruido, motivo de sobra entonces para que forme parte natural del universo de Ciudad Gótica. Una interesante ironía es que mientras Kate Kane vive su sexualidad abiertamente, tiene que guardar en el closet su condición de superhéroe. Este juego también funciona bien. Los lectores de historietas y espectadores de televisión son millones, ver imágenes positivas de grupos nunca representados está bien y es sano. Esto, sin embargo, no le agrega méritos artísticos a la serie.
El personaje era interesante y valía la pena seguirlo un poco más. Si bien la serie tuvo mejores críticas que recepción de los fans, pudo renovar para una temporada dos. Pero Ruby Rose dejó la serie y todo se tambaleó. La reemplazó otra actriz, una joven negra que descubre el traje de Batwoman entre los restos de un accidente de avión en el que tal vez murió Kate Kane. La serie se mete en problemas, es demasiado rápido para reemplazar a la protagonista y además surge la pregunta acerca de tener una heroína lesbiana y sacarla al final de la temporada uno. Así que no les queda otra que hacer que la reemplazante sea bisexual, para poder mantener esa línea. Pero la serie está herida de muerte con el cambio. No tiene sentido, confunde y desalienta a seguir mirándola. Si lo que se viene el multiverso en todas las historias de superhéroes, tal vez sea por ahí la salida. Pero en esta Ciudad Gótica ya se extraña no solo a Batman, sino a su prima Batwoman.