Los protagonistas, Poppy y Branch, descubren que no son más que una de las seis tribus de Trolls diferentes, repartidas en seis territorios y dedicadas a seis tipos diferentes de música: Funk, Country, Techno, Clásica, Pop y Rock. Un miembro de la realeza del rock, Barb, ayudada por su padre, el rey Thrash, desea destruir todos los otros géneros musicales para que el rock reine supremamente. Poppy y Branch, junto con sus amigos se dirigen a visitar a las demás tribus para unificar a los Trolls en armonía contra Barb, quien busca eliminarlos.
Este es más o menos el argumento de esta secuela que supera al film anterior y resulta una divertida sorpresa. Cada paseo por un género es una serie de cambios estéticos y musicales espectaculares y las voces originales de cada uno de los personajes es un show en sí mismo. Anna Kendrick, Justin Timberlake, Jamie Dornan, Sam Rockwell, James Corden y Kelly Clarkson, entre otros, justifican la visión de la película en inglés. El cine también es esto, música y colores como en los grandes musicales del Hollywood clásico. El despliegue de personajes delirantes parece ilimitado y es terriblemente gracioso. Irresistible.