“Renuncié a un buen trabajo en la ciudad, trabajando para el hombre día y noche.” Dice la canción de John Fogerty Proud Mary de la cual Tina Turner hizo una versión tan famosa como la de Creedence Clearwater Revival. De ahí toma el título esta película del año 2018 protagonizada y producida por Taraji P. Henson. A veces, no siempre, se nota que la persona que protagoniza el film lo produce por la manera insólita en la que todo sale mal pero está a los pies de la estrella, sin que alguien le avise que la película no funciona. Este es un caso clarísimo.
Mary (Taraji P. Henson) es una asesina a sueldo que trabaja para un grupo mafioso de Boston, el mismo que la rescató de la calle siendo una niña. Pero al ver el sufrimiento de un adolescente en la misma situación que ella decide intervenir y desata una guerra entre dos bandos, impulsada en parte por la culpa que arrastra por un trabajo de un año atrás.
La película, que tiene algo del film Gloria (1980) de John Cassavetes, avanza a los tumbos, aferrándose a cuanto lugar común encuentra para no caerse. La protagonista tiene todo lo que necesita para lucirse pero no consigue el objetivo. Algunos rostros conocidos en roles pequeños, como Xander Berkeley, Neal McDonough, Rade Serbedzija y Margaret Avery, le dan un poco de vida a la película y Danny Glover como un jefe mafioso es una presencia que llamará la atención de los nostálgicos.
Hay escenas de acción, pero son pocas y sin demasiada gracia, empujadas mayormente por las canciones entre las que se encuentra, por supuesto, Proud Mary. Qué gran truco de las películas malas es aprovecharse de los clásicos para distraer a los espectadores. Es mejor saltearse la película e ir directamente a los títulos, para ver la banda de sonido.