El gran día es una reality de tres episodios que promete describir la industria de las bodas en la India, o al menos describir el mundo de las bodas en la India. Lamentablemente esto no ocurre, las seis parejas que aparecen en los tres episodios son ejemplos incompletos, con demasiados puntos en común, que muestran una parte muy pequeña de ese mundo y pasan por alto toda la tradición y realidad de las bodas. Las seis bodas son modernas y las seis están conformadas por personas con una mente abierta y muy accesible para el mundo fuera de la India.
En el primer episodio aparecen, eso sí, dos bodas descomunales. Gigantescas, de gusto opinable, pero con un presupuesto digno de una película. El montaje alterno entre ambas historias y la cantidad de cortes para mostrar preparativos complican un poco la cronología y la transparencia narrativa. Colores no faltan, locura tampoco, son dos bodas de clase alta, con diferentes características, pero ambas con la impronta del siglo XXI y los cambios culturales.
En el segundo episodio el presupuesto de las bodas se reduce a números del planeta Tierra, aun cuando no se hable nunca de dinero. Se nota el cambio. Las novias de este nuevo dueto están más presentes y toman decisiones con mayor fuerza. Hay tensiones entre lo bueno de dejar atrás la cultural patriarcal pero al mismo tiempo se esboza cierta crítica a estas mujeres que imponen su criterio. Aparecen algunos elementos vinculados con la industria de las bodas, ahora sí, y se les dedica más tiempo a las excentricidades más progresistas de este nuevo dúo protagónico. El montaje sigue siendo caótico. En cada episodio hay algunos momentos de belleza, pero todo pasa rápido y una vez más la cronología es confusa.
El tercer episodio es por lejos el más elegante, en todo sentido. Por un lado el montaje se ha ordenado mucho más y es más fácil seguir ambas historias. Una pareja con un origen intelectual y moderno por un lado, y una pareja homosexual por el otro. Son las bodas con mejor gusto y coherencia y lo mismo pasa con todo el episodio. Ella tiene un vestido de alta costura y también una mirada feminista del mundo. Las cinco bodas heterosexuales insisten mucho en la modernidad y la igualdad y gran parte de las charlas previas aluden a la igualdad entre el hombre y le mujer y como esto marca sus bodas. La pareja gay incluye algunos de los primeros, tal vez los únicos, momentos de emoción de toda la serie. Y no es sorpresivo, porque justamente es la única pareja que debe enfrentar un verdadero conflicto. Uno de los novios es maquillador de varios grandes films del Bollywood actual y por eso se ve en la fiesta a la actriz Katrina Kaif. Es la boda más bella de todas.
En la suma de los episodios se nota que no hay intención de profundizar en los conflictos de las bodas, las familias o la cultura en general. Tampoco se lleva al extremo el estrés de los días previos. Y en cuanto a los problemas sociales de los cambios que estas bodas ofrecen, es muy poco lo que se dice. Por otro lado, a pesar de la igualdad que se repite todo el tiempo, las mujeres de varias parejas son las que hacen todo, mientras que al novio a penas si se lo ve opinar. Al parecer hay una contradicción entre el discurso y lo que realmente pasa. Un poco, muy poco, de la cultura de las bodas de la India se ve en la serie. La canción “I Love You Like” interpretada por Clayton Hogermeer abre y cierra cada episodio y no suena para nada como un tema de la India. Se aprende más viendo clásicos de Bollywood que con este documental.