Zack Snyder´s Justice League (2021) finalmente ha visto la luz. No es una novedad que aparezca la versión de un director de una película que ya todos han visto. Desde la menos exitosas en su estreno, como Blade Runner (1982) a las que tuvieron más éxito y ningún conflicto pero igualmente se disfrutan en una versión extendida como The Blues Brothers (1980), el cine contemporáneo ha visto muchos títulos en diferentes montajes. Sumemos algunas más: Touch of Evil (1958), Apocalypse Now (1979), Woodstock (1970), las recuperadas como Metropolis (1925) o las de varias ediciones como la trilogía de La guerra de las galaxias (1977).
Pero Zack Snyder´s Justice League es mucho más que un montaje diferente. Es una película completamente nueva. Lo que estrenó en las salas en el año 2017 dura dos horas y esta nueva versión tiene una duración de cuatro horas y dos minutos. Pero eso no es todo, la mayoría de los efectos especiales fueron cambiados y hay muchas escenas que fueron alteradas en la versión 2017 que por suerte han desaparecido por completo aquí. Hay que sumarle diferencias de música, canciones y fotografía. Son claramente más de dos horas de diferencia si sumamos todo.
Las películas de superhéroes están en su momento de mayor popularidad en toda la historia del cine. No solo por la descomunal taquilla, sino por la cantidad de películas, la magnitud de estas y la relación que tienen entre sí. El cine y el comic no son sinónimos y el inabarcable universo de estos últimos no es puesto en duda ni menospreciado. El mundo del comic merece respeto y un análisis a la altura de su importancia. Pero a la hora de ver películas, el que manda es el cine. Si una película no funciona como tal, el vínculo que tenga con el material que la inspira no tiene valor alguno. Y si la película es excelente, es irrelevante si traiciona o es fiel a su fuente.
Justice League 2021 no dura cuatro horas por capricho, su duración responde a su estructura. Si se planteó así, no hay manera de cortarla sin arruinarla. Un corte de una hora menos tal vez hubiera sido un error también. Lo que se estrenó en el 2017 debería dejar de ser tomado en cuenta en el canon de los films de DC. Es una pena, porque terminó arruinando una serie de películas que, a la luz de lo estrenado ahora, prometía seguir creciendo.
Superman ha muerto. Batman intenta reunir a varios superhéroes para combatir una amenaza que puede significar el fin de la humanidad. La Liga de la Justicia, la tan esperada reunión de los héroes de DC se da en esta película y eso explica la duración. Los personajes que han tenido su presentación en otros films no necesitan mayor desarrollo, pero otros sí y es clave que la tengan. Pero olvidemos de una vez por todas la versión del 2017 y veamos que hay acá.
Dividida en seis partes más un epílogo, la película tiene una enorme ambición narrativa y una interesante construcción de personajes. Como suele ocurrir con los films de superhéroes actuales, los efectos visuales no siempre están a la altura de su desmedida ambición. Hay escenas perfectas y otras que chocan con sus propias limitaciones estéticas. La creación de múltiples personajes genera esto, en particular los secundarios. Cuando de Flash o Cyborg se trata, los efectos están bien. Con los villanos no pasa lo mismo. Pero el gran acierto de la película es que son los héroes los que nos interesan. Cada uno de los seis personajes tiene su mundo y su atractivo, cada uno al menos una escena que lo muestra de cuerpo entero. Por supuesto es Cyborg el que más sorprende, ya que conocemos toda su historia aquí. Flash es simpático y cómico, pero no de manera forzada ni exagerada. La escena inicial de la Mujer Maravilla es mejor que los dos films en solitario que tuvo. Las piezas funcionan, al menos para esta clase de films. Lois Lane también tiene un desarrollo más complejo.
Tal vez la pregunta que surge es si es necesario estar construyendo tantas escenas por separado. Accidentalmente me crucé hace unos días con El Dorado (1967) el western de Howard Hawks. Como muchos de sus últimos films, la duración no es breve, son 126 minutos en este caso. Hay tres personajes principales, con una escena o dos entendemos quienes son y de donde vienen. Comprendemos su moral, sus limitaciones, sus angustias y sus objetivos. Son héroes, son sólidos, son también simpáticos cuando es necesario. Un puñado de personajes secundarios también se retratado de forma sencilla pero eficaz. Traigo esta película porque Justice League es una película sobre un grupo, sus vínculos, sus objetivos. Como los personajes de Hawks, los anima su trabajo en conjunto, en el cual arriesgan su vida. La narrativa contemporánea y más aun el universo actual de los superhéroes, conlleva historias mucho más grandes y ambiciosas, pero no siempre mejores. A la película le cuesta describir a los personajes en conjunto. Eso sí, Batman seguirá siendo Batman y es una pena que Ben Affleck no haya seguido interpretándolo. Como en los films de Hawks, todo grupo tiene un líder, aunque en este caso sea, además, el único sin superpoderes.
Zack Snyder´s Justice League (2021) no es un prodigio narrativo pero sí una película con decisiones y estructura. Con varios grandes momentos y con algunos de los vicios del género. Pero además tiene un cierre que pide a gritos una secuela. Si después de cuatro horas el espectador quiere ver más, entonces el trabajo está hecho. Solo resta reflexionar acerca de la naturaleza del cine actual, donde una película puede terminar siendo dos completamente distintas: Una liviana, confusa y sin gracia y otra más densa y oscura pero mucho más clara en sus objetivos. Veremos como sigue la historia.