La parodia es una forma de comedia más sofisticada de lo que parece. Desde Max Linder y Buster Keaton hasta Mel Brooks, fueron varios los que lograron que esa compleja forma de humor pareciera sencilla. Cientos de ejemplos de parodias malas muestran a las claras que no todo era tan fácil como parecía.
La sátira es otra forma de comedia difícil de realizar. Se le suma el comentario político, por lo que es muy fácil caer en las trampas ideológicas de la demagogia y la obviedad. La parodia trabaja con la forma, la sátira con las ideas. Mal empleadas, ambas maneras de hacer humor terminan en desastre.
Estados Unidos: La película (America: The Motion Picture) es una mezcla de ambas formas de comedia a lo que le agrega una desaforada ucronía y una intencional construcción de anacronismos a todo nivel. Todo esto plasmado en el formato del cine de animación. Semejante combinación podía dar una película ambiciosa y espectacular o un bodrio como pocos se han visto en la historia del género.
George Washington y su gente deben combatir al Rey James para lograr que la revolución norteamericana triunfe. El grupo de valientes deberá también vengar la muerte del mejor amigo de George: Abraham Lincoln. Diferentes personajes de la historia norteamericana de distintos siglos se mezclan en esta desaforada comedia que intenta ser todo el tiempo transgresora y provocadora. Intenta, pero no lo consigue, así como tampoco logra sacar la más mínima sonrisa con su seguidilla de chistes malos y su injustificada lógica histórica.
Varios actores famosos ponen sus voces para los personajes, pero es un lujo que no vale la pena. No hay una sola idea que no sea un verdadero papelón. Obviamente la película no evita todos los elementos ideológicos que le permiten quedar bien con las ideas del presente. Juega a ser provocadora, pero es uno de los largometrajes más tontos que se han hecho en mucho tiempo. Agotadora en todo sentido.