Documental construido sobre la base de 500 horas de material inédito dirigido por el mismo director que realizó el documental Senna (2010), Asif Kapadia. Aunque la figura de Maradona es inagotable y se han filmado muchos documentales sobre él, esta película consigue sorprender por la capacidad de resumir tanta información en un solo largometraje.
Narra cosas de sus comienzos, pero el centro del documental son sus años en el Napoli y los mundiales de fútbol de 1986 y 1990. Un montaje brillante es capaz de contar muchas cosas de esos años, cubriéndolos de forma clara y completa, con mucho drama y manteniendo siempre el interés. Queda poco espacio para verla jugar, pero la película se toma sus momentos para demostrar su talento fuera de serie.
El propio Maradona odiaba las cuatro palabras que habían puesto debajo de título de la película: “Rebelde, héroe, estafador, Dios.” y en su momento, cuando fue el estreno en Cannes recomendó no ir a verla. Lo cierto es que es una película muy dolorosa que perfectamente podría haber llegado hasta la muerte del jugador. La película narra de forma minuciosa el vínculo entre la camorra y el Napoli y el camino hacia la perdición que el ídolo emprende en un momento. La película, a su manera, anuncia el final de Diego Maradona. Lejos de destruirlo lo eleva, no solo por su talento deportivo superlativo, sino por la forma en la cual termina enredado en una situación de difícil escape.
El director es brillante a la hora de seleccionar el material, porque arma una historia de ascenso y caída, de adoración y rechazo, de gloria y fracaso, todo en un figura que parece de otro mundo. La locura alrededor de una sola persona, con virtudes y defectos, condenado a perderse para siempre en un laberinto. Es significativa la entrevista que aparece en la película, realizada por Daniel Hadad, donde se ve claramente su dolor y desesperación, así como un deterioro físico muy pronunciado.
La película, insiste varias veces en la felicidad que le da jugar al fútbol, entrar en una cancha. Las últimas imágenes son de esa felicidad, de esa libertad absoluta. Ver este documental luego de todos los años de locura, contradicciones, peleas y escándalos resulta particularmente movilizador. Recordar en las mismas dos horas una gran parte de su gloria futbolística también es muy emocionante. Tener muy presente su triste final y entender que todas las señales estaban ahí, desde hacía tantos años, es lo que muestra que el director de la película entendió lo que tenía delante y fue fiel a eso. Un gran documental sobre un figura que sigue siendo admirada, discutida, homenajeada y también usada aun después de su muerte.