Christian Petzold es un cineasta alemán que ha logrado estrenar varias películas en Argentina, por lo cual su filmografía es bastante conocida en nuestro país. Valorado por muchos, su cine ha caído bajo la protección de la crítica, aun cuando no ha hecho hasta ahora ninguna película relevante. Aun así, Undine tiene el raro privilegio de ser un peor película. Con un realismo mágico germano nos sumerge en una historia que juega a dos puntas, un melodrama duro que se combina con un imaginario poético incómodo y tonto.
Lo que podría haber sido un film complejo u original, es un ejercicio un tanto bochornoso. Queda cubierto por una narración pausada y solemne, alemana en el peor sentido, siempre con aires de importancia. Imposible que se le escape un sentimiento a pesar de tener en su centro una historia de amor.
Hollywood ha sabido como manejar el cine romántico y el fantástico mucho mejor de lo que se aquí. Las sirenas han dado un material más profundo a Disney que al Petzold, embriagado su propio juego, deslumbrado por una película tan burda como superficial. Casi todo lo contrario a las posibilidades del cine.