Cóctel explosivo (Gunpowder Milkshake, 2021) es una película de acción que consigue algo muy difícil: tener referencias estéticas visibles en cada escena y al mismo tiempo lograr identidad propia. Una asesina profesional debe abandonar a su hija adolescente por razones de fuerza mayor. La joven queda al cuidado de la organización para la que trabajaba su madre y se convierte en una profesional de los asesinatos por contrato. Pero como suele ocurrir en este género, una decisión ética la deja fuera de juego, convirtiendo a sus jefes y protectores en sus enemigos. El asesino a sueldo con conciencia es todo un género ya. No es para tomárselo al pie de la letra, pero si para disfrutarlo porque suelen ser historias muy divertidas con mucha acción.
Aquí queda claro desde el comienzo que no hay intención de realismo, en ningún aspecto. La cafetería del comienzo de la película, una especie de oficina de criminales, parece sacada de un poster de la década del cincuenta, aunque la historia no transcurra en esa época. Es más, parece ubicada en un universo alejado de todo, una fantasía absoluta, donde los personajes de la historia no forman parte del mundo, no hay personas para interactuar salvo que estén relacionadas con el crimen, como víctimas o como victimarios. Todo un hallazgo que saca del medio los conceptos morales terrenales y lleva las ideas del film a otro nivel. No es sobre asesinos, es con asesinos la película. Es sobre la familia, la amistad, la traición, la ética, el trabajo, la valentía, el sacrificio. Pero sin descuidar jamás la diversión.
La película es bella, está bien filmada y no pierde ni un minuto en esconder sus referencias. Todo ha visto el director. Los films de John Wick, los de Kingsman, los de Tarantino, los de Park Chan-wook, absolutamente todos y se nota. Pero consigue tener vida propia, buenos personajes y un elenco fuera de serie. Karen Gillian es Sam, la joven asesina que trabaja para La Firma. Su madre Scarlet, la interpreta Lena Headey. Nathan, el encargado de cuidar a Sam y darle las misiones es Paul Giamatti. Y las tres miembros de la hermandad de los asesinos que ayudarán a Sam y a Scarlet, Madeleine, Florence y Anna May, están interpretadas por Carla Gugino, Michelle Yeoh y Angela Bassett. Más no se puede pedir, el casting lo hizo alguien que sabe. La película es pura acción y todos juegan al máximo sus roles. Un raro caso de película que saca de todos lados y termina funcionando sin problemas y sin generar la sensación de lo ya visto.