Mateus, un joven de dieciocho años, acepta un trabajo en un depósito de chatarra de un barrio pobre de Sao Pablo. Luca es su jefe, un hombre de negocios que trata de hacerle ver a Mateus que estar en su empresa es el camino y que esto le abrirá las puertas de una nueva vida. Sin embargo, el joven, y el resto de sus compañeros, se darán cuenta de que todo es una trampa y se convertirán en esclavos de una organización que los tiene atrapados. Los cuatro jóvenes deberán encontrar la manera de sobrevivir mientras imaginan como escapar. Pero Mateus busca ir un poco más allá, tratando de encontrar la forma de mejorar la situación de todos, aunque tal vez esto lo lleve a convertirse en aquello que está combatiendo. Todo se trata de sobrevivir, a cualquier precio.
La película es un drama realista de denuncia, pero busca la manera de ser atrapante como una película de género. Una vez que los espectadores se ilusionan con esto, la película deja de lado el suspenso para mostrar una cara más ambigua y compleja. Además de mostrar un realidad terrible, la película consigue una reflexión que va más allá de esa denuncia y analiza el vínculo de las personas con el poder. Como una víctima puede pasar a ser victimario y como las personas deben tomar decisiones de poder de forma compleja y no siempre noble. No tiene otra ambición 7 prisioneros y cumple perfectamente con su objetivo.