En la época actual ya no importa la forma del cine. No importa cómo se cuenta la película, solo la bajada de línea del guión. Claro que estoy siendo un viejo cascarrabias, el cine contenidista existió siempre, pero al menos parecía mejor filmado. Imperdonable busca imitar algunos dramas intensos de los últimos años, agregándole algunos comentarios sociales que ya son un género en sí mismo y poniendo a una de las actrices más carismáticas de la industria del cine a hacer el ridículo.
Sandra Bullock sufre. Está atormentado por sus muchos años de cárcel que no hemos visto y que deben adivinarse en su rostro. Adivinar es la palabra correcta, porque la actriz no tiene más expresiones faciales, simplemente no están más. En el cine clásico las personas expertas en papeles luminosos solían quedarse en esos roles y aquellos que tenían en don del drama, preferían instalarse en esos papeles. Pero los premios y el prestigio llevan a que actrices como Sandra Bullock caigan en la tentación de sufrir por obtener ese reconocimiento. Una actuación bochornosa que pasaremos por alto. Ojalá, Sandra Bullock, vuelva a sus mejores roles.
Imperdonable es una película que dice lo que es, por las imágenes no la respaldan. Básicamente porque está filmada de manera arbitraria y ridícula. Vean los momentos claves de la narración y observarán como por obtener una idea con bajada de línea la directora construye escenas notoriamente tontas. Pero una vez más, hoy por hoy si una película se anuncia seria e importante, el espectador lo acepta mansamente, no tiene tiempo, entre viaje a la heladera y chequeo del teléfono para discutirle a la película. Es verdad, para debatir una película, ponerla en duda o hacerse preguntas se necesita prestar atención, y eso está en el pasado.
Luego de cumplir su condena en prisión por un crimen violento, Ruth Slater (Bullock) vuelve a la sociedad con todos los problemas de reinserción que se le presentan. A pesar del paso de los años han quedado muchas heridas abiertas y el crimen que ella cometió no ha sido ni perdonado ni olvidado. Ahora su único objetivo es encontrar a su hermana pequeña de la que se ha tenido que separar cuando empezó su condena.
La película arranca apostando a la cara de Sandra Bullock y luego va reconstruyendo el crimen que la llevó a la cárcel, al mismo tiempo que narra su complicado presente. Pero cuando las cosas se van aclarando la película pierde toda su fuerza y termina desarmando el gran drama que promete. Solo decide coquetear con una cierta ambigüedad, pero eso no la vuelve más interesante, más bien lo contrario.