Una de las mejores cosas que tiene el catálogo de Disney Plus es la posibilidad de ver, por primera vez, todos sus clásicos en buenas copias e idioma original. Muchas grandes películas son nuevamente accesibles después de muchos años. Recuerden que los estudios Disney solían tener grandes estrategias en ese aspecto. Un clásico no se veía por mucho tiempo y de pronto aparecía nuevamente en sala de estreno. Los tiempos han cambiado y ya no hay manera de especular con eso.
El catálogo tiene los grandes títulos del estudio. Todos excepto uno. Uno que hace años se ha convertido en un problema para Disney: Canción del sur (Song of the South, 1946) cuya dirección quedó en manos de Harve Foster y Wilfred Jackson. La película se basa en los libros del Tío Remus, escritos por Joel Chandler Harris. La película fue muy famosa en su momento y durante muchos años por la manera en la que combina actores con animación. La controversia que la ha rodeado no viene por ese lado, por supuesto. Sin embargo este aspecto técnico y sus canciones lo que le había permitido sobrevivir a varias embates en su contra. La película ha sido acusada de racista, pero no solo actualmente, sino también en el momento de su estreno.
Walt Disney ha sido muchas cosas, pero nunca fue un tonto. Él sabía que la película iba a ser un problema. Se trata de un film de acción en vivo que incluye varias de escenas de animación e interacción entre dibujos y actores. La película tuvo problemas por su contenido, considerado racista y ofensivo desde el momento del estreno en Atlanta en 1946. Cuando la película se estaba preparando el mismísimo Walt Disney sabía que iba a ser controvertida. Tenía en su cabeza la certeza de que sería acusada de racismo y que al mismo tiempo los racistas mirarían con recelo su mirada afectuosa y positiva de los negros que aparecían como parte central del elenco. Tengamos en cuenta que para ese entonces no se usaba todavía el termino afroamericano o afrodescendiente. No era ni la primera ni la última película que se metía en este problema. En el cine, los conflictos aumentan a medida que la película se vuelven popular. Y Canción del sur lo fue durante muchísimo tiempo. Estrenarlo en Atlanta provocó aun mayor controversia, difícil imaginar que Walt Disney no supiera esto.
Los ataques surgen porque se acusa al film de tener una mirada idealizada y excesivamente amable acerca de como era la vida en las afueras de la ciudad de Atlanta durante el siglo XIX. Mostrar una comunión en la vida de las diferentes razas en un estado racista. Empleados y empleadores son felices, cantan y bailan juntos. Pero gran parte de la furia que despierta Canción del sur parte de un error. Muchos creen que la película se desarrolla durante la Guerra Civil Norteamericana, cuando la esclavitud no había sido abolida. Sin embargo, el período en el cual transcurre es lo que se conoce como La reconstrucción, obviamente en los años posteriores a la esclavitud.
El protagonista de la película es Johnny (Bobby Driscoll), un niño de siete años, que viaja feliz a lo que él cree que serán unas vacaciones en la plantación de su abuela en Georgia con sus padres, Sally y John. Pero al arribar descubre que sus padres vivirán separados temporalmente y él vivirá en la plantación con su madre y su abuela, mientras su padre regresa a Atlanta para continuar trabajando en la editorial del periódico de esa ciudad. Un clásico punto de partida angustiante marca Disney. Lastimado por la partida de su padre, Johnny se marcha secretamente a Atlanta esa noche. Pero se está yendo de la plantación, se siente atraído por la voz del tío Remus (James Baskett) que cuenta historias de un personaje llamado Br’er Rabbit. La amistad entre el amable anciano y el niño cambiará la amargura inicial del pequeño y le permitirá conocer nuevos amigos.
Dejando de lado la controversia ya mencionada, la película tiene varios elementos Disney que no pueden faltar: Amor por la naturaleza, animales humanizados que hablan (animados, claro) y canciones. Este es el gran gancho que la volvió tan popular, sin importar el resto. La gran actuación de James Baskett como Uncle Remus es el punto más alto del film. La canción Zip-a-Dee-Doo-Dah se convirtió en uno de los clásicos del estudio y logró esquivar los ataques que la película no ha parado de recibir desde su estreno. Muchas nuevas versiones que se hicieron de la canción pasan por alto la película para la cual fue escrita.
Canción del sur fue producida por los estudios Disney pero distribuida por RKO. Se eligió para su estreno mundial el teatro Fox en la ciudad de Atlanta, Georgia. Walt Disney en persona hizo la presentación y abandonó la sala. No estuvo durante la proyección de la película, como tampoco estuvieron los afroamericanos del elenco, incluyendo a dos rostros importantes como James Baskett y Hattie McDaniel (la primera persona de color en recibir un Oscar por su rol en Lo que el viento se llevó, en 1939). En 1946 Georgia era un estado segregado, por lo cual estos actores no podían participar de los eventos que rodeaban al estreno. Debido a eso, Disney prefirió tampoco estar él. Es justamente esa coyuntura lo que generaba la polémica.
La actuación de James Baskett fue particularmente valorada y su personaje muy querido por el público. Aunque Walt Disney hizo todo lo posible para que el actor obtuviera una nominación al Oscar, esta nominación no llegó. Canción del sur ganó el premio de la Academia a mejor canción, Zip-A-Dee-Doo-Dah y fue nominada a mejor Banda de sonido. Aunque James Baskett no tuvo nominación finalmente sí se llevó un Oscar honorario. Incluso a la hora de los premios Hollywood no sabía muy bien qué hacer con la película, pero ese premio terminó siendo una manera de valorar al actor sin aprobar al film.
Con el paso del tiempo las condenas iniciales fueron creciendo. El mundo fue cambiando y se vio cada vez con menos simpatía el mundo de fraternidad entre aquellos que unos años atrás habían sido amos y esclavos. Disney argumentaba que quería hacer una película optimista luego de la finalización de Segunda Guerra Mundial y que esta historia hablaba de la unión entre los norteamericanos, sin importar la raza. Pero los acentos muy marcados y varios detalles de los personajes animados resultaron también algo complicado de aceptar para muchos. Curiosamente, nada se dice acerca de los niños blancos del campo, los pobres, que son personajes absolutamente estereotipados y con excesivo acento también.
Como ya explicamos, y al uso de Disney, la película tuvo varios reestrenos en salas durante los años siguientes. Aunque en 1970 se anunció que saldría definitivamente de circulación, su popularidad no bajaba y se siguió exhibiendo hasta el año 1986. Poco tiempo después se inauguró, de todas maneras, la atracción Splash Mountain de los parques de Disney, basada en esta película. Finalmente, en el año 2020, en medio de todos los levantamientos contra el racismo, se anunció que se le harán cambios a la atracción para adaptarse a la actualidad.
En cuanto a la libertad de que cada uno evalúe que le parece el film, la situación es complicada. Si alguien desea ver en DVD o Blu-Ray Canción del sur en Estados Unidos no puede comprarla porque no ha sido editada. En Europa sí puede adquirirse y en Japón, por las diferencias de derechos que existen, se liberó en el año 2000 y no hay nada que pueda hacer Disney con eso. En el streaming de Disney+ hay unanimidad: La película no está. Prefirieron evitar problemas y al hacerlo cayeron directamente en la censura. No es aceptable mostrar un pasado con las razas felices conviviendo. Sí se puede, como ocurre con La dama y el vagabundo versión 2020, mostrar un comienzo de siglo XX con las razas integradas sin el más mínimo problema de racismo. La contradicción es total y es el perfecto ejemplo de lo insólita que es la cultura de la cancelación. Quienes puedan conseguir una copia de Canción del sur verán una película de Disney original y entretenida, con James Baskett brillando como el tío Remus y con una canción que es verdaderamente inolvidable. Como todo aquello que está prohibido, la película es más buscada que películas que son mejores y están disponibles. No darles a los espectadores la posibilidad de ver algo siempre es una mala decisión, no hay motivo alguno en el mundo que sea una excepción. Se podría decir que esa es la lección de Canción del sur, la película que los racistas odiaban y que hoy quienes dicen combatir el racismo han logrado que finalmente no está disponible