Resident Evil (1996) es uno de los más importantes videojuegos de la historia. Cuando en el 2002 se realizó la primera adaptación cinematográfica, dirigida por Paul W. S. Anderson y protagonizada por Milla Jovovich, la respuesta fue positiva, iniciando una saga que llega hasta hoy. Los films de Resident Evil conforman la más exitosa saga de films basados en videojuegos y su popularidad nació bien desde abajo, creciendo a lo largo de los films. Las películas varían en su calidad, pero la idea de base y su protagonista las hacían siempre atractivas y divertidas.
En Resident Evil: Bienvenidos a Racoon City (2021) es el comienzo de la historia y tiene todos los ingredientes que los seguidores de los juegos y las películas esperan. Su estética es menos inspirada que la que vimos en los films de Anderson, pero todo el conjunto se ve más cercano a los juegos, llegando a tener más respeto por esas formas de las que tal vez hayan tenidos todos los títulos anteriores. Se sabe limitada y de segunda línea, pero tampoco se derrumba en escenas inservibles. Es menos aburrida que algunos de los tanques más grandes de Hollywood, lo que no es poco. Aun estando lejos de ser una gran película, su estilo es puramente cinematográfico. La protagonista, Kaya Scodelario, mantiene la tradición de heroínas fuertes de la saga y es una gran actriz de cine de acción.