¡Ese es mi hijo! (That´s My Boy, 1951) es la cuarta película de Dean Martin y Jerry Lewis y la segunda como protagonistas. No es exagerado decir que es la primera donde realmente el dúo cobra forma y donde el guión y la puesta en escena conforman un producto más allá de la explotación de la popularidad de ambos. Luego de dos títulos donde eran secundarios y un debut como protagonistas muy por debajo de lo que podían dar, acá las piezas finalmente encajan.
Jarring Jack Jackson (Eddie Mayehoff) es un ex jugador de fútbol americano casado con una nadadora olímpica retirada, Anna Jackson (Ruth Hussey). Pero su hijo Junior (Jerry Lewis) es enclenque e hipocondríaco y no parece que vaya a seguir la tradición deportiva familiar. Desesperado para que el joven Junior estudie como él en la universidad de Ridgefield, se contacta con otro joven, Bill Baker (Dean Martin) que tiene talento para el deporte pero su familia no puede costear una universidad privada. Bill se convertirá en un secreto protector de Junior y ambos jugarán en el equipo de fútbol americano de Ridgefield.
El guión tiene buenas ideas de base. Cy Howard es el autor y su trabajo es impecable. Los hijos que son todo lo contrario a sus padres y el camino hacia la amistad de los dos protagonistas son dos temas que le dan fuerza a la trama más allá de los muchos saludables gags. Tiene drama, tiene humor, tiene buen ritmo y el director Hal Walker acá hace un trabajo más elaborado con la cámara. En las películas anteriores todo era explotar lo conocido, acá se atreven a algo más sofisticado y se nota.
Por supuesto que Martin & Lewis ya se siente mucho más a gusto y la química se ve beneficiada por la suma de películas. El elenco también está inspirado. Aparecen dos jóvenes, pero solo una de ellas es el interés romántico de uno de los protagonistas. Terry Howard (Marion Marshall) será también el personaje que motive y anime a Junior para que no se rinda en la universidad. Ambos protagonistas se enamoran de ella, pero Junior terminará solo al final de la historia. Lo más importante para él es recuperar el vínculo con su padre, ese es el centro de su personaje. Esto último es muy interesante, ya que en la vida real Jerry Lewis estaba obsesionado con satisfacer a su padre, que este sienta orgullo por su joven hijo artista. Da la impresión de que Lewis ya había empezado a involucrarse con los guiones de las películas.
Eddie Mayehoff, quien interpreta al padre, es un actor con una carrera cinematográfica breve, pero acá es uno de los pilares de la trama. Es un actor muy gracioso, capaz de jugar de igual a igual con los dos protagonistas. El elenco funcionó tan bien que el productor Hal B. Wallis los volvió a convocar para el siguiente proyecto: The Stooge (1951), la película clave para entender el funcionamiento del dúo Martin & Lewis.