La comedia romántica con estrellas parece un género olvidado. Durante la década del noventa hubo un furor no del todo estudiado donde estas películas eran una presencia constante en la cartelera de los cines. Hoy la calidad parece haber bajado tanto que ni la taquilla les presta atención. Silenciosamente se ha vuelto un género de segunda línea, aunque como suele ocurrir, siempre está listo para renacer. ¿Será algo generacional? ¿Se pueden hacer comedias románticas hoy en día sin estar abrumados por la agenda ideológica? Si tomamos en cuenta Cásate conmigo la respuesta es sí. Inesperadamente este 2022 tiene una comedia romántica de la vieja escuela. Pero no por nada sus protagonistas, Jennifer Lopez y Owen Wilson, tienen más de cincuenta años, lo parezcan o no.
Las superestrellas de la música Kat Valdez (Jennifer Lopez) y Bastian (Maluma) se casarán ante una audiencia global de fanáticos en pleno recital. Pero justo antes de salir al escenario aparece un video de él siéndole infiel. Delante de todo el mundo toma una decisión urgente, decide casarse con cualquier persona que esté en el público. El azar ha llevado hasta allí a Charlie (Owen Wilson) un profesor de matemática que junto a su hija y una amiga ha ido al recital a último momento. Cuando Kat mira al público lo ve a Charlie con un cartel que dice “Cásate conmigo” que ni siquiera es de él, se lo ha dado su amiga un minuto antes para poder ella grabar el momento. Kat lo hace subir al escenario y allí arranca el núcleo de la historia.
Esta versión de cuento de hadas con roles cambiados y actualizaciones varias muestra perfectamente que la comedia romántica está viva y lista para reclamar su lugar. Cásate conmigo está muy lejos de los clásicos del género, pero al mismo tiempo está tan sola en el cine actual que se destaca muy por encima de sus posibilidades. El miedo al romanticismo del cine y sobre todo de las series actuales ha puesto a un costado esta clase de historias. Ya van a regresar, por ahora Cásate conmigo sirve para valorar esta clase de películas.