Red es una película de Pixar con una energía inusual. La evolución de la animación permite que la presentación del personaje protagónico, Mei Lee, tenga la dinámica de un personaje real, aun cuando sea animada. No tiene nada de realismo en los personajes de la película, ni en sus rostros ni en sus movimientos, lo que se ve muy auténtico es el modo en que está narrada la película, cada encuadre, cada corte entre plano y plano. Mei Lee tiene trece años y una energía desbordante. Los primeros quince minutos de película son un tren a toda velocidad, consigue mostrar la vitalidad intensa de su protagonista.
Hasta que finalmente llega el conflicto principal de la película: Mei Lee, luego de que no puede reprimir su entusiasmo por un chico, amanece al otro día transformada en un panda rojo enorme. Entre la presión de su estricta madre y ese despertar a la adolescencia, se desata en ella ese enorme peludo, rojo y oloroso alter ego. Primero lo oculta con vergüenza pero luego sus padres le cuentan que a todas las mujeres de la familia les pasa lo mismo. Es obvio que la película habla de la pubertad, aunque si se sigue estrictamente la historia no es muy coherente la metáfora, sólo la dispara.
El deslumbrante primer tercio de la película es seguido por una comedia donde Mei Lee se siente a gusto con su oso interior y lo libera cada vez más. Sí ella mantiene la calma y reprime el entusiasmo puede mantener su forma adolescente. Un concierto de una banda de chicos en el estadio se transforma en el gran objetivo de Mei Lee y sus amigas. La película está ambientada en el barrio chino de Toronto, Canadá, por lo cual todos los lugares comunes de la colectividad china en el cine contemporáneo aparecen alegremente, divertidamente exagerados, además, por ser una película de animación.
El tercio final tiene el mismo problema que muchos films de Pixar, donde la sofisticación, la belleza y la inteligencia son parcialmente reemplazadas por la grandilocuencia y la destrucción. Queda en evidencia, eso sí, que la película trata acerca de las relación entre madres e hijas, con momentos de comedia y otros de drama, pero siempre con ese tema en mente. Su ritmo frenético le permite ser menos sensiblera que otros títulos del mismo estudio, otro punto a favor de Red.