De todas las películas de la historia del cine, El padrino es una de las que mayor número de anécdotas de rodaje posee. Todo fue tan difícil y tan enredado todo lo relacionado con la película que en más de una ocasión el proyecto parecía no llegar a ningún lado. Para cualquier cinéfilo escuchar historias de obras maestras que estuvieron a punto de naufragar es un ejercicio muy placentero. No todas las grandes películas corrieron riesgo, pero muchas de las mejores sí. Desde la creación del libro de Mario Puzo hasta el momento del estreno, todo lo que rodea a El padrino fue un material para un libro, diez libros, varios documentales y, finalmente, una miniserie de ficción como The Offer.
La frase “Le hice una oferta que no pudo rechazar” es una de las líneas de diálogo más famosas de una película citada al infinito. El padrino (1972) dirigida por Francis Ford Coppola, basada en el libro número uno en ventas, con guión de Coppola junto al autor de la novela, Mario Puzo. Posiblemente el clásico más grande y popular de los últimos cincuenta años. Todos los cinéfilos conocemos mil anécdotas y ahora las podemos ver en la pantalla, interpretada por actores y con la reconstrucción de muchos de los momentos más icónicos de la película. En diferentes niveles la miniserie es un placer cinéfilo, además de una descripción minuciosa de la locura que es hacer una película en la industria de Hollywood posterior a la edad de oro.
The Offer (la oferta) narra de manera completa el recorrido, concentrándose en el productor Albert S. Ruddy (Miles Teller) autor de las memorias en las que se basa la miniserie que también está producida por él. Pero también sigue de cerca de Francis Ford Coppola (Dan Floger) y a otro productor ejecutivo, nada menos que el legendario Robert Evans (Matthew Goode). Todos bajo la presión constante de Paramount que no confía en el proyecto y de la mafia que mira de cerca, tal vez demasiado, la evolución de un largometraje que los tiene como protagonistas.
Aun para quienes conocen las anécdotas, la miniserie es sorprendente. Hoy parece mentira el intento de golpe que rodó el rodaje o la incapacidad generalizada para ver que estaban frente a una película indiscutiblemente popular y prestigiosa. No falta tampoco todo el conflicto con Frank Sinatra (Frank John Hugues) y los mitos alrededor de su figura y el personaje de Johnny Fontaine. Como se trata de una serie de Paramount, es un poco emocionante ver que se filmó dentro de los estudios Paramount, pero cincuenta años atrás, el mismo lugar donde ahora se filma su reconstrucción.
Es todo un show en sí mismo ver el casting. A los mencionados hay que sumarle a Patrick Gallo (Mario Puzo), Colin Hanks (Barry Lapidus), Giovanni Ribisi (Joe Colombo), Maya Butler (Diane Keaton), Justin Chambers (Marlon Brando), Lou Ferrigno (Lenny Montana), Damian Conrad-Davis (James Caan), Cynthia Aileen Strahan (Talia Shire), Derek Magyar (Robert Duvall) y Billy Magnussen (Robert Redford) entre muchos otros personajes reales. Particularmente complicado es lograr que un actor llegue a ser como Marlon Brando, directamente es imposible. Sí, es muy divertido ver a Lou Ferrigno haciendo de Lenny Montana, un gángster y ex luchador que a último momento debió interpretar a Luca Brasi. El casting es espectacular, más allá de que se trata de un desafío casi imposible de conquistar.
Las anécdotas de los desastres son divertidas, pero las de los aciertos también lo son. Aunque pueden parecer algo obvias, no dejan de ser verdad. Esos momentos mágicos donde se forjó una película definitiva. El mérito es que en realidad no se trató de algo mágico sino de la suma de talentos, el coraje y la capacidad de convertir la adversidad en un largometraje único. Los que disfrutaron de El padrino sin saber lo que había detrás, van a fascinarse con todo lo que rodeó a su producción. Parece mentira que hacer cine sea eso que muestra The Offer, pero justamente es eso. Además de disfrutarse, la miniserie es toda una lección sobre historia del cine y producción. Los cinéfilos más entrenados estarán doblemente agradecidos. Y por supuesto que ver inmediatamente después El padrino una vez más es el cierre perfecto.