Amigos vs extraterrestres (Blasted-Gutta vs Aliens, Noruega, 2022) es una comedia que, como su título lo indica, incluye un elemento de carácter fantástico en la trama. Mucho humor negro para una película que estéticamente intenta emular el estilo Sam Raimiy Edgar Wright pero sin la misma gracia. El protagonista es un joven llamado Sebastian, quien está a punto de casarse pero cuya obsesión principal es progresar en el trabajo. Para obtener un contrato que se le está escapando de las manos, Sebastian no tiene mejor idea que armar un viaje al bosque como forma de despedida de soltero, llevando a un par de amigos y al hombre que debe convencer de que acepte su propuesta. Pero en la pequeña lista de invitados aparece Mikkel, un amigo de toda la vida de Sebastian, que es todo lo contrario a él. Si uno busca el éxito laboral, el otro sigue estancado en la infancia, cuando jugaban a una especie paintball láser. Lo que Sebastian ha intentado olvidar de su pasado, Mikkel lo vive como un presente feliz.
El lugar al que viajan los cinco protagonistas es famoso porque allí se han visto unas luces raras sin explicación que muchos consideran OVNIS. La película se jacta de basarse en hechos reales, ya que esas luces existen y son un fenómeno de culto en Noruega. Pero solo las luces son el hecho real, lo que sigue es, obviamente, una historia de alienígenas con estilo zombies. Y eso es todo. Hay muchos chistes que no son graciosos y todos los lugares comunes que en esta sinopsis se pueden adivinar. En cada escena asoma, sin embargo, la esperanza de que la película se vuelva divertida, que funcione, algo extraño para un título tan fallido como este. Al final, claro, hay una reflexión acerca del mundo adulto que no le importa a nadie y que se adivina desde el comienzo de la historia.