Candy es una miniserie de cinco episodios que cuenta la historia de Candy Montgomery (Jessica Biel), una esposa y ama de casa que se ha comportado siempre correctamente, respetando todas las reglas de la sociedad. Pero cuando algo cambia en ella y busca nuevas experiencias, pone todo en riesgo, llegando incluso a la violencia extrema y el crimen. La paz de una comunidad se transforma en un infierno cuando la verdad sale a la luz. Una miniserie que se suma a la moda de los crímenes de la vida real llevados a la ficción. Un imán cada vez más poderoso en la era del streaming. Esta vez la historia no es muy famosa, por lo que todo es sorpresa, aún cuando el crimen queda claro desde el episodio inicial.
Este crimen que conmocionó la vida suburbana en un pueblo en Texas, ya había sido llevado a la pantalla chica en 1990, con Barbara Hershey en el rol principal, el telefilm se llamó A Killing in a Small Town. Insólitamente, se estrena este año otra miniserie sobre el mismo caso, producida por Nicole Kidman y con Elizabeth Olsen en el rol de Candy. De verdad el género crimen verdadero está pasando por un auge que no sé sabe hasta dónde podrá llegar. En paralelo las miniseries documentales les hacen la competencia a la ficciones. Como aquí el culpable no es un misterio, todo el interés está en conocer las verdaderas motivaciones y la serie de eventos que culminaron en un crimen salvaje y desalmado. Jessica Biel juega a esconder su belleza y se mimetiza con Candy Montgomery a punto tal de que olvidamos a la actriz. Su amiga y sufrida vecina, Betty Gore, es interpretada por Melanie Lynskey. Esta última, irónicamente, se volvió mundialmente famosa protagonizando Criaturas celestiales, donde interpretaba a una joven asesina de la vida real. El marido de Candy lo interpreta Timothy Simons y el de Betty, Pablo Schreiber. Un detalle extra, el marido de Jessica Biel en la vida real, nada menos que Justin Timberlake, hace el rol de policía en algunos episodios. Está maquillado, pero es imposible no reconocerlo.
La miniserie juega con la ambigüedad de una mujer que es capaz de armar a su alrededor un discurso que explica el horror que ha sido capaz de llevar adelante, una psicópata que se movía con el resto de su comunidad sin que se diera cuenta de lo que era capaz de hacer. Una mujer asesina que, como suele ocurrir con los asesinatos, ocurren entre personas que se conocen. Cinco episodios son más que suficientes, por suerte la historia no se estira por demás.