Raymond and Ray (Estados Unidos, 2022) es la historia de dos hermanos. Raymond (Ewan McGregor) llega una noche a la casa de su hermano Ray (Ethan Hawke) contarle que el padre de ambos ha muerto y le pide que vayan juntos al funeral. En realidad sabremos pocos minutos después que son medio hermanos, es decir que tienen madres distintas. También difieren en personalidad. Mientras que Raymond parece más estructurado, Ray es más bohemio y mujeriego. Raymond se ha divorciado y Ray, viudo, tiene parejas ocasionales. Lo que sigue es un camino hacia el funeral del problemático padre con el cual ambos parecen tener duras cuentas pendientes. Pero no es una road movie, ya que pronto llegan al lugar y es ahí donde se desarrolla el núcleo de la historia.
Primero tienen que pasar por la casa funeraria, aceptando los últimos deseos de su padre. Más tarde será el entierro, donde habrá sorpresas y situaciones dramáticas debido a la estela de traumas que ha dejado el fallecido. Conocerán también a la última mujer de su padre, Lucía (Maribel Verdú) y a una de las enfermeras que lo cuidaba, Kiera (Sophie Okonedo). La película arranca con la más clásica y rutinaria de las historias para luego moverse hacia un lugar de humor muy raro, al borde del absurdo. El tono cambia y la película se convierte en un caos fallido donde los actores, muy carismáticos todos, deben lidiar con situaciones absurdas. Es una típica película que no parece ser norteamericana aunque transcurra en la sociedad americana. Es un problema esto, porque aunque es un guión original de Rodrigo García, la sensación de extrañeza que produce la hace verse como si fuera la remake hecha en Estados Unidos de un film europeo o Latinoamericano.
Hay películas a las cuales su excentricidad le queda bien, pero aquí se ve incómoda, casi tanto como se ven sus personajes. Está producida por el mexicano Alfonso Cuarón y su director -hijo de Gabriel García Márquez- nació en Bogotá, Colombia. No es una sensibilidad norteamericana y, en este caso, no se ve auténtica. Los dos protagonistas son el único motivo para verla, porque tienen sus grandes momentos, incluyendo el final. Pero en algún aspecto ellos también están fuera de tono.