LOS POETAS DE LATINOAMÉRICA
Con un mediometraje llamado Tire Dié y una película legendaria como Los inundados, Fernando Birri ya se había ganado un espacio dentro de la historia del cine de Latinoamérica. Pero aunque esos films son valiosos y han generado un sinfín de ramificaciones que llegan hasta nuestros días, lo cierto es que el legado de Birri como docente o propagador de las ideas del continente ha sido aun más meritorio. Esto no va en detrimento de su carrera como realizador, al contrario, es justamente un elogio a su rol de maestro, que no ha cesado con los años y que encuentra aquí, en este libro, un reflejo fiel de su espíritu y su mirada. El libro, cuyo título completo es: Soñar con los ojos abiertos: Las treinta lecciones de Stanford reúne los seminarios que Birri dictó en Estados Unidos, más específicamente, en la Universidad de Stanford, entre 2001 y 2002. Los seminarios, divididos en tres grandes partes, incluyen un análisis del propio cine de Birri, descripto y contado como nunca antes, un recorrido por los grandes clásicos del cine latinoamericano y, finalmente, una reflexión sobre el arte a partir de una variada serie de ejemplos que van desde El ciudadano a Mundo grúa.
Las venas abiertas de América Latina
El cine latinoamericano es un cine un poco perdido, aun dentro del mismo continente. Los avances tecnológicos no han colaborado demasiado a la difusión de estas cinematografías de la manera en que lo han hecho con otras, y resulta casi imposible que la televisión por cable exhiba algunos clásicos fundamentales de nuestra historia. Puede sonar trivial, pero tampoco disponemos de una bibliografía moderna acerca del tema. No hay forma de acercarse a Sanjinés, Leduc o Littin en libros nuevos y de amplia difusión. Tampoco a Birri, ya que los libros que tratan sobre él (que no son pocos) tienen una distribución muy limitada. Ni hablar del cine clásico de estos países, cuya producción, tan basta y rica, tiene aun menos cobertura que el cine independiente posterior. Así que para quienes necesiten acercarse al cine latinoamericano, este libro resulta una herramienta imprescindible, interesante y única. Ya que no es un libro histórico -aun teniendo buen material al respecto y fichas técnicas, sino una reflexión sobre el arte cinematográfico en Latinoamérica y una mirada sobre la identidad en el continente. No se trata de dilucidar si nos gusta o no ese cine, sino de poder pensar qué clase de cine es, de dónde parte, cuáles son sus supuestos y sus características.
Birri también aventura en sus seminarios ideas muy personales y complejas, desde un punto de vista tal vez olvidado. Algunas de esas opiniones e ideas son muy discutibles, aunque el libro está a mucha distancia de tener un tono sentencioso o definitivo. Lejos de ser un libro cinéfilo, Birri discurre sobre el arte en general e inevitablemente habla de política, algo que no puede dejarse de lado cuando se piensa este tipo de cine. Elige cineastas relacionados con lo político y explora también a escritores, como Eduardo Galeano, Gabriel García Márquez y hasta Walt Whitman. Birri es, entre otras cosas, un poeta de corazón. Finalmente, si la primera foto del libro es un graffiti de Francis Ford Coppola en la escuela cubana de San Antonio de los baños, Cuba, y todo el libro es la trascripción de los seminarios de Fernando Birri en la Universidad de Stanford, Estados Unidos, entonces, el arte es la identidad de un pueblo y al mismo tiempo una identidad universal. Este libro, pues, se erige como la posibilidad de difundir una palabra marginada del ámbito popular y restringida al espacio académico. Paradojas si las hay, la de un cine que habla de un continente que hoy se estudia fronteras afuera, pero se olvida en el lugar en donde ha nacido. Que este libro genere un cambio es, una vez más, otro paso de Fernando Birri en su amable cruzada en pos de recuperar la memoria y la belleza de nuestras raíces.
SOÑAR CON LOS OJOS ABIERTOS – LAS TREINTA LECCIONES DE STANFORD
Fernando Birri
Argentina, 1era. Edición: 2007
Editorial Aguilar