Lóri (Simone Spoladore) es una mujer que vive en Brasil, es solitaria y melancólica. Su vida se divide entre sus tareas como maestra de escuela primaria y sus relaciones amorosas casuales. Por casualidad conoce al argentino Ulises, un reconocido profesor de filosofía. Aunque Ulises es bastante egocéntrico y no particularmente empático con las mujeres, Lóri aprenderá a amar y afrontar su propia soledad en su vínculo con él. Se trata de una adaptación del libro de Clarice Lispector Un aprendizaje o El libro de los placeres.
La película tiene momentos luminosos, inteligentes, donde se mira sin prejuicios la vida afectiva y sexual de una persona. Se pasa de una cierta mirada distante acerca de las relaciones para irse acercando poco a poco a un genuino disfrute del sexo. Las clases de la maestra, por otro lado, hablan de una búsqueda de la felicidad, de una comprensión casi enciclopédica de los placeres de la existencia humana. Cualquier placer, por supuesto, en el caso de las clases, no vinculados con la sexualidad, sino con elementos cotidianos, cosas que nos rodean y tiene un significado más importante del que habitualmente les asignamos. La película cae en algunos momentos en lo retórico y se habla más de lo que se necesita, pero su final es bello profundamente vital.