Peliculas

Un vecino gruñón

De: Marc Forster

Un vecino gruñón (A Man Called Otto, Estados Unidos, 2022) es la versión corregida y mejorada de la película sueca del año 2015 Un hombre llamado Ove (En man som heter Ove) a su vez basada en el exitoso libro de Fredrik Backman. En Argentina se decidió que el film protagonizado por Tom Hanks tuviera un título de comedia familiar, lo que es una pequeña barbaridad que algunos espectadores podrían reclamar si lo que quieren ver es eso.  

Esta comedia dramática tiene como personaje central a Otto Anderson (Tom Hanks) un hombre recientemente enviudado que aceptó la indemnización de la empresa en la que trabajó durante años. Jubilado y solo, en un barrio de casas iguales y contiguas, lo que se conoce como townhouse. Con una enorme capacidad para arreglar cosas, él ha controlado de forma estricta y obsesiva que las cosas funcionen en ese pequeño grupo de casas. Pero ahora cree que ya no tiene motivo para vivir y piensa en suicidarse para reencontrarse con su amada esposa.

Pero la llegada de una familia vital y extrovertida complicará sus planes. Marisol llega con su marido y sus dos hijas y altera el orden del lugar y de las rutinas de Otto. Aunque él está convencido de que ya nada tiene sentido, a su alrededor todo le dice a gritos que no es cierto. Los espectadores lo vemos desde las escenas iniciales, sólo falta que Otto lo descubra, si acaso llega a hacerlo. La comedia de humor negro se va moviendo por el terreno de la emoción con varios golpes al corazón que conmoverán a cualquiera. Otto es un hombre conservador, pero no un reaccionario. Su malhumor y hosquedad iniciales de ninguna manera lo convierten en alguien desagradable, más bien al contrario.

A Man Named Otto tiene todos los ingredientes que suelen molestar a los críticos y hacer feliz a los espectadores. En ambos casos, todos entendemos los trucos que la película realiza para colocar la risa en el momento justo y la lágrima donde corresponde. Esta película para reconfortar multitudes tiene, además, al mismísimo Tom Hanks jugando su juego con absoluta maestría, con puro oficio y talento para el humor y el drama. Nadie en su sano juicio puede creer que pagar la entrada para recibir una película que nos haga sentir bien es algo malo. Claro, cuando fallan son molestas, pero este definitivamente no es el caso. Aunque se nota el plan, la cosa funciona.